Norma Trujillo Báez | La Jornada Veracruz | Lunes 18 de noviembre de 2013.
Activistas del Colectivo Defensa Verde Naturaleza para Siempre, de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (Lavida) y del Movimiento Mexicano de Afectadas y Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder) denunciaron que la Procuraduría General de Justicia de Veracruz (PGJ) permanece omisa y ajena para investigar y dar con los asesinos intelectuales de Noé Vásquez Ortiz, ambientalista que se oponía a los megaproyectos de la hidroeléctrica “El Naranjal”; asimismo demandan la cancelación definitiva de la presa y denuncian acoso y hostigamiento permanente hacia los ambientalistas y opositores a ésta, que afectará a varios municipios de la zona centro del estado.
En conferencia de prensa, Guadalupe Salcedo, esposa de Noé; el representante de Mapder, Marco Von Borstel, y Guillermo Rodríguez, integrante de Lavida, reprocharon a la PGJ y al gobernador Javier Duarte que a más de 100 días de ocurrido el asesinato del ambientalista, la Fiscalía jamás inició una averiguación previa para dar con el asesino intelectual y se han cometido irregularidades como no llamar a la esposa de Noé a las primeras audiencias relativas al proceso.
“Noé fue asesinado de forma salvaje, degollado, maniatado y colocado en posición ritualista, el pasado dos de agosto de 2013 en Amatlán de los Reyes”, cuando preparaba la ceremonia que ofrecería como inicio a la inauguración del X aniversario del Mapder, en el mismo municipio. “En este asesinato participaron al menos tres pobladores locales los cuales fueron identificados por un testigo e interceptados cuando pretendían escapar del lugar de los hechos”. Actualmente se encuentran detenidos en el penal de la Toma (Amatlán de los Reyes) y sujetos al debido proceso legal. Los detenidos, de nombres Jonathan Contreras, Armando Tlaxcala y Luis Enrique de la Cruz, exponen.
Guadalupe Salcedo dijo que nunca se abrió una investigación sobre la actividad que hacía Noé que era el defender el medio ambiente, que era un opositor a la construcción de la presa en el río que atraviesa su municipio, lo quisieron dejar como una simple riña, “cuando Noé trató de defender a su pueblo, no fue por riñas personales, por eso exijo que se investigue quién dio la orden para asesinarlo”.
Dijo que el activista permanecía vigilado días antes de su asesinato, “sus autores buscaron apaciguar el movimiento que se opone a la construcción de la hidroeléctrica El Naranjal, sabían sus movimientos, sabían que estábamos contra la presa, yo siento que al arrancarle la vida quisieron intimidar a todo el pueblo. Hay muchas personas detrás de esto, hay un porqué. Sé que a Noé ya no lo pueden revivir, pero exigimos justicia”.
Marco Voon refirió que aunque hay tres asesinos confesos, éstos podrían quedar libres en los siguientes meses, pues se les ha elaborado un proceso penal cargado de vicios e irregularidades que conjugado con el nuevo sistema penal acusatorio, podría implicar un auto de libertad “a propósito”, incluso, los inculpados están solicitando actualmente un amparo indirecto contra la vinculación a proceso dictado por la autoridad señalada, solicitado en el juzgado XVI de distrito en la ciudad de Córdoba, Veracruz el 28 de agosto de 2013. En este amparo argumentan que su detención fue ilegal y que el auto de vinculación a proceso y la imposición de medidas cautelares preventivas es improcedente.
Por su parte, Guillermo Rodríguez, de Lavida señaló que con el proyecto de construcción de la presa se afectarían a los municipios de Fortín de las Flores, Naranjal, Cuichapa, Yanga y Amatlán de los Reyes, por lo que se exige la cancelación definitiva de la presa, “que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acuda a clausurar la construcción”.
En tanto, Gabriela Sainz del Colectivo Defensa Verde Naturaleza para Siempre señaló que la situación que viven los ambientalistas continúa tensa, ya que hay movimientos irregulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes continúan amedrentando a los pobladores que se oponen a la hidroeléctrica, “hemos detectado una vigilancia continua en Amatlán y en otros municipios todos nos conocemos”.
Incluso, los ambientalistas denunciaron que se sabe que hay listas de personas que están en peligro, acoso permanente y no hay garantías, “hay amenazas directas, incluso de acuerdo al testigo, un menor de edad que estuvo presente cuando asesinaron a Noé, los asesinos materiales le dijeron ‘discúlpanos compa, pero nos están pagando para hacer esto”.