Publicado por Luis Reyes, Desinformémonos, el 6 de enero de 2024
La visibilización de las comunidades indígenas reivindicando sus usos y costumbres, la auto organización al margen del gobierno y la resistencia al sistema capitalista –que depreda la naturaleza y genera desigualdades—, es el gran testimonio que ha dejado el alzamiento zapatista.
Estas son algunas reflexiones del académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana Dr. Óscar Arturo Castro Soto, respecto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el cual conmemoró su trigésimo aniversario.
Una característica propia del EZLN, a decir de Castro Soto, es que es la última guerrilla del siglo XX con la característica de haber surgido de un movimiento indígena, a diferencia de las guerrillas latinoamericanas, que se forjaron fundamentalmente en los movimientos agrarios.
“Fue muy llamativo por la irrupción de los indígenas en Ocosingo y San Cristóbal el 1 de enero de 1994. Una guerra que duró diez días, frenada por el llamado a la paz de la sociedad civil, con una andanada muy fuerte del Ejército hacia una guerrilla que no tenía poderío militar”, indicó.
El especialista en derechos humanos y movimientos sociales detalló que, a diferencia de otras guerrillas, el EZLN tenía el poder de la palabra y “esa fue el arma” para preparar los primeros comunicados y construir un diálogo con el gobierno federal.
Señaló que lo más emblemático del zapatismo se debió al Subcomandante Marcos, pero en realidad, lo que existe en este movimiento es una participación muy fuerte de las comunidades indígenas. “Marcos es un ladino en la guerrilla que comprendió muy bien su sentir y supo traducirlo al lenguaje que todo México podía entender. Con una habilidad de escritura y de palabra muy importante”, precisó.
Otro aspecto que resaltó el académico de la IBERO Ciudad de México es que el EZLN volvió a poner en la escena, y durante varios años, una propuesta de sociedad distinta al Tratado de Libre Comercio (TLC), “que es la profundización del neoliberalismo y del capitalismo”.
Explicó que las comunidades indígenas y el impulso del Consejo Nacional Indígena, le dieron visibilidad a una forma diferente de ser de la sociedad, la cual terminó con los acuerdos de San Andrés, y luego, con la promulgación de una Ley Indígena en el año 2000.
Refirió que el EZLN logró hacer conciencia con el movimiento anticapitalista y creó sus propios municipios autónomos con sus formas de autogobierno, que han resistido, incluso, al crimen organizado, el cual trata de infiltrarse en su estructura. “Los quisieron ahogar económicamente, es un gran testimonio de que se puede vivir de otra forma en armonía con la Tierra, sin las pautas del sistema capitalista y gobernando y repartiendo los bienes para todos y resistiendo”, acotó.
Enfatizó que hay una izquierda que quiere cambiar las cosas desde arriba, como los gobiernos de Lula da Silva, y la izquierda que quiere cambiar las cosas desde abajo, como en “La Otra Campaña” en 2006, frente a un candidato (el actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador) que tenía todas las de ganar.
Agregó que con Marichuy, candidata indígena independiente a la Presidencia en 2018, fue muy testimonial, entrando a la contienda sin recursos, como mujer indígena, sumado a todas las características de la opresión y la discriminación histórica por su origen.
Puntualizó que el movimiento zapatista pretende hacer una conciencia abajo y a la izquierda en la cual no baste con tener el poder, si no existe la auto organización en la sociedad para que el mundo sea mejor en la vida cotidiana.