InicioNoticia«Colombia, el lugar más mortífero del mundo para defender los derechos humanos», Luz Camargo

«Colombia, el lugar más mortífero del mundo para defender los derechos humanos», Luz Camargo

Publicado por Isabel Cortés, le Journal des Alternatives, 17 de febrero de 2025

Las palabras de la Fiscal General de Colombia, Luz Adriana Camargo, resonaron alto y claro: «Colombia es el lugar más peligroso del mundo para defender los derechos humanos». Esta afirmación, realizada el 14 de febrero de 2025 durante la presentación de un informe sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, no sólo refleja una crisis en curso, sino que también pone de manifiesto el peligro al que se enfrentan a diario quienes luchan por la justicia y la equidad en el país. Este informe, presentado en un acto público por el Fiscal General de la Nación, responde a un mandato solicitado por la Corte Constitucional del país.

Las cifras hablan por sí solas. Según los datos recogidos, entre enero de 2016 y diciembre de 2024, al menos 1.372 trabajadores sociales fueron asesinados en Colombia. Pero la propia Camargo advierte de que la cifra podría ser aún mayor, debido a las dificultades para determinar a quién se considera oficialmente defensor de los derechos humanos.

Las cifras de la red internacional Front Line Defenders son igualmente alarmantes. Según su informe 2024, Colombia sigue siendo el país más mortífero del mundo para los activistas. En 2023, de las 300 personas asesinadas en al menos 28 países, 142 eran colombianas, es decir, el 48% del total mundial. Un año antes, en 2022, la cifra era aún mayor, con 186 casos denunciados.

Detrás de estas cifras hay vidas truncadas, familias devastadas y comunidades que siguen luchando con miedo. El Fiscal General reconoció que existen graves problemas en la investigación y persecución de estos delitos. Desde la falta de acceso a la justicia hasta la imposibilidad de llegar a ciertas regiones bajo control de grupos armados ilegales, los obstáculos son inmensos y han permitido que la impunidad siga siendo la norma.

En muchas zonas rurales, donde la violencia contra los líderes sociales es más intensa, el Estado sigue ausente. Los grupos armados imponen su ley, y quienes defienden los derechos humanos se convierten en objetivo por el simple hecho de atreverse a hablar. La falta de garantías y el miedo a las represalias han convertido la denuncia en un acto de extrema valentía.

«Es una catástrofe que no puede continuar», afirmó Camargo, insistiendo en que su protección debe convertirse en una “prioridad nacional”. En su opinión, sin una acción eficaz del Estado, la democracia y la justicia seguirán estando en peligro.

Un comienzo de año violento

El año 2025 no ha empezado con buen pie. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), al menos 22 activistas de movimientos sociales han sido asesinados desde principios de año. Entre ellos se encuentra Leonardo Samir Montero Paz, líder indígena Nasa, asesinado el 9 de febrero en una zona rural de Puerto Asís, Putumayo.

Cada nuevo asesinato confirma lo que las cifras ya vaticinaban: la situación sigue siendo crítica. Las voces que defienden los derechos humanos en Colombia están bajo amenaza constante, y mientras no haya una respuesta firme por parte del Estado, se corre el riesgo de que la crisis empeore.

La comunidad internacional y la comunidad colombiana tienen un papel esencial a la hora de exigir medidas urgentes y eficaces. La vida de quienes luchan por un país más justo depende de ello.

Fuente: https://alter.quebec/la-colombie-est-lendroit-le-plus-mortel-pour-la-defense-des-droits-humains/