Un coloquio académico tuvo lugar en Montreal, Canadá, los días 14 y 15 de noviembre sobre los desafíos y las posibilidades de resistencia en el actual contexto brasileño. El evento reunió figuras claves contra el régimen de extrema-derecha del gobierno Bolsonaro, entre ellas Cristiane Pankararu, quien es representante de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil. Ella actualmente hace sus estudios doctorales en antropología e integra el colectivo Voces de Mujeres Indígenas. El Comité por los derechos humanos en América Latina, CDHAL, pudo entrevistarla en el marco de su participación en el coloquio llamado: ¿Dónde va Brasil?
Cristiane: Estoy aquí para hablar de lo importante que fue este coloquio que plantea una pregunta muy apasionante, muy estimulante y que deberíamos hacer en otros países. ¿Para donde vamos, para donde va Brasil y cómo podemos encontrarnos en esta perspectiva de pensar los rumbos de esta lucha? El Brasil está siguiendo el camino de la destrucción, de revocación de los derechos, de un genocidio indígena cada vez más agresivo, algo que pensábamos que se había acabado, que se había superado, pero no. Este colapso humano, de la esencia humana, continúa. Entonces cuando nos preguntamos para dónde va Brasil, lo que queremos es que Brasil llegue a un lugar de solidaridad, de armonía y sobre todo de respeto, respeto a los espacios que ocupamos, respeto al medio ambiente porque sin el medioambiente no somos nada, no tenemos oxigénio, no tenemos agua limpia, no tenemos una alimentación sana.
En su intervención, Cristiane resaltó la importancia de eventos como este que contribuyen a crear redes de apoyo a las y los defensores del medioambiente en varios niveles, local, nacional e internacional. Ella también enfatizó el incremento de la violencia contra territorios y pueblos indígenas de Brasil desde la llegada de Bolsonaro. Hasta la fecha, hubo más de 100 asesinatos de indígenas, sin que la justicia brasileña avance en aclarar los hechos.
En octubre pasado, el guardia indígena Paulo Guajajara fue asesinado por madereros. La noticia recorrió el mundo. Él hacía parte de un grupo de guerreros que actúa en defensa del bosque y que históricamente protege a grupos indígenas aún no contactados.
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Foto : Coloquio internacional Democracia, educación y ciencia ¿A dónde va Brasil?
