Con el lema «Vale destruye, el pueblo construye», la población afectada por la ruptura de las represas pide justicia
El 20 de enero, personas afectadas por represas participaron en un acto en Belo Horizonte (MG) para comenzar la «Marcha de lxs afectadxs: 1 año del crimen de Vale en Brumadinho».
La caravana, que duró seis días, comenzó en el municipio de Pompéu, en el interior del estado, y llegó a la región metropolitana de Belo Horizonte, pasando por Juatuba, Citrolândia, São Joaquim de Bicas y Betim. El sábado (25), fecha en que la tragedia celebra su primer año, hubo actos y actividades para rendir homenaje a las víctimas durante todo el día en Córrego do Feijão (comunidad donde ocurrió la ruptura de la represa) y en el centro de la ciudad de Brumadinho.
Unas 350 personas afectadas de las cuencas del Rio Doce y del Río Paraopeba marcharon a la sede del Tribunal de Justicia de Minas Gerais para denunciar su omisión y la falta de justicia a lxs afectadxs por crímenes mineros en el estado.
Según Joceli Andreoli, de la coordinación nacional del Movimiento de Afectadxs por Represas de Brasil (MAB), el movimiento exige el reconocimiento de la población afectada, la contratación de asesores técnicos independientes (que son equipos de profesionales que producen información calificada para lxs afectadxs), la reparación total de los delitos y participación popular en las negociaciones.
Después de presentar una carta con reclamos de lxs afectadxs, el acto fue a la sede de la Agencia Nacional de Minería (ANM), donde se destacó la importancia de cambiar el modelo de exploración minera en el país.
“Queremos denunciar el patrón de violaciones de derechos humanos de grandes empresas, más de 300 personas han muerto en los últimos cuatro años, entre Mariana y Brumadinho”, explica Soniamara Maranho, de la coordinación del MAB.
Entre los temas de denuncia del crimen en la cuenca del río Paraopeba, la marcha también propone debatir: el tema de las pérdidas económicas en las ciudades que dependen del río; la aparición de enfermedades (problemas cutáneos y gastrointestinales, además de profundizar el problema en relación con la enfermedad mental); la contaminación del río con los relaves de lodo tóxico; la continuidad de las búsquedas de los 11 cuerpos de las víctimas que aún no se han encontrado.
Fuente: MAB
Foto: Guilherme Weimann