COLIMA, Col. (apro).- La coordinadora general del grupo ambientalista Bios Iguana, Esperanza Salazar Zenil, denunció que volvió la “cacería de brujas” por parte del gobierno estatal contra integrantes de esa organización y del Consejo Indígena por la Defensa del Territorio de Zacualpan (CIDTZ).
También negó que integrantes de Bios Iguana hayan intervenido en el incidente ocurrido el pasado viernes en Zacualpan, en el que seguidores del expresidente de Bienes Comunales, Carlos Guzmán Teodoro, agredieron a pedradas a miembros del CIDTZ, como lo afirmó el gobierno del estado en un boletín.
Según el comunicado oficial, “producto del propio conflicto, la tarde de este viernes se dio un desencuentro entre comuneros e integrantes del grupo ecologista Bios Iguana, del cual cinco personas que resultaron lesionadas fueron atendidas de inmediato”.
El suceso ocurrió luego de que el grupo priista impedía la salida de vacacionistas del balneario Ojo de Agua, administrado por miembros del CIDTZ, y estos últimos trataron de retirar los obstáculos del camino.
En entrevista, Salazar Zenil sostuvo: “Es totalmente falso que nosotros hayamos estado en la comunidad indígena de Zacualpan, de hecho nosotros no hemos regresado a la comunidad por la amenazas que hemos recibido por parte del grupo priista encabezado por Carlos Guzmán y Enrique Carpio”.
Luego consideró que el argumento del gobierno estatal de responsabilizar a Bios Iguana de la situación de Zacualpan es “totalmente absurdo, ya está muy gastado; este argumento lo estuvo utilizando la administración del exgobernador Mario Anguiano y ahora el gobierno de José Ignacio Peralta retoma este error de seguirnos nombrando a nosotros como Bios Iguana como centro de las agresiones que hay en Zacualpan”.
A juicio de Esperanza Salazar, con la implicación hacia Bios Iguana el gobernador Peralta “trata de evadir su responsabilidad, no sólo de no haber actuado en el caso de las agresiones y de la gran violencia que se está presentando en la comunidad, sino de claramente estar apoyando y solapando al grupo agresor de Carlos Guzmán”.
Asimismo, la defensora ambiental destacó que el propio gobierno estatal reconoció que los elementos de las corporaciones policiacas sólo estuvieron observando las agresiones que hubo, de las que resultaron heridas más de 13 personas, pues las siete de las que se habló inicialmente son las más graves que fueron a dar al hospital.
“Es muy fácil solamente poner a Bios Iguana en el ojo del huracán –acusó–, cuando la responsabilidad principal es del gobierno del estado; con esto nosotros nos damos cuenta de que vuelve una cacería de brujas en contra de nuestra organización y del CIDTZ”.
Esta situación, añadió, se enmarca en el contexto de la reciente destitución de la delegada de la Procuraduría Agraria (PA), María Elena Díaz Rivera, que fue destituida por el Órgano Interno de Control de esa institución “por abuso de poder, amenazas y calumnias no solamente a la comunidad de Zacualpan, sino también a nuestra organización”.
Según Esperanza Salazar, el gobierno de Peralta Sánchez “está retomando las mismas políticas de agresión y de represión hacia la comunidad indígena de Zacualpan, que lo único que quiere es tener su autonomía, que le respeten las decisiones de sus propias asambleas, y lo que quieren es seguir teniendo el control total tanto del agua como de la comunidad”.
Enseguida advirtió que esto se enfila hacia la promoción y la protección de los proyectos mineros relacionados con las dos concesiones por 50 años que hay en el territorio de Zacualpan, por lo que “nosotros por supuesto que responsabilizamos al gobierno de Ignacio Peralta por lo que acaba de suceder en la comunidad indígena de Zacualpan, por las malas decisiones que está tomando hacia la comunidad”.
También responsabilizó al gobierno estatal y al presidente municipal de Comala, Salomón Salazar, de cualquier daño que puedan sufrir los integrantes de Bios Iguana o del CIDTZ, porque “sabemos que al volver a ponernos a nosotros en el ojo del huracán, nos expone ante una situación de vulnerabilidad como la que estuvimos viviendo hace unos meses”.