Señores,
Diego Palacio Betancourt, Ministro de la Protección Social de Colombia
AUGUSTO SOLANO, Presidente de la Asociación colombiana de exportadores de flores
Mientras que la exportación de flores en Colombia represento en 2009, más de mil millones de dólares, las condiciones de trabajo de los empleados no han mejorado.
- El salario mínimo (de por si bajo) y las prestaciones sociales a menudo no se pagan adecuadamente, generalmente por que muchos productores favorecen la subcontratación con las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) y otros intermediarios. De esta manera evaden sus responsabilidades en el cuidado y pago de sus trabajadores. Además, a los trabajadores se les puede despedir con facilidad, y estos a su vez tienen dificultades para defender sus derechos y poner fin a sus problemas de salud así como obtener reparación cuando no se respetan las normas de trabajo y derechos reconocidos. Recientemente, cerró el invernadero Benilda, despidiendo centenares de trabajadores y sobre todo la mayoría de los líderes de Untraflores (el único sindicato nacional independiente).
- Las prácticas antisindicales, como la promoción de sindicatos patronales, que no tienen ninguna independencia y presentan medidas difamatorias o discriminatorias contra los trabajadores que intentan organizarse, hacen que sea muy difícil ejercer el derecho de asociación y hacer cumplir el código de trabajo o las dichas certificaciones sociales y ambientales, en vigor en unos invernaderos.
- Además, en el contexto de crisis económica, miles de trabajadores perdieron sus puestos de trabajo sin que se les pague su seguro al desempleo en el cual han contribuido. El sector de la floricultura ha recibido millones de dólares del gobierno colombiano (dinero público) para su reactivación y para salvar puestos de trabajo, sin embargo, continua concentrando las ganancias en las manos de algunas personas y socializando las pérdidas reduciendo el número de puestos de trabajo, empeorando las condiciones de trabajo o aumentando el ritmo de producción de los trabajadores.
- Según un estudio realizado por Oxfam Internacional, el 88% de los trabajadores de la industria cree que va a perder su empleo si se afilia a un sindicato independiente. Además, parece que existen amenazas de que la creación de sindicatos independientes equivaldría a un cierre de los invernaderos florales.
- Entre un 50% y un 60% de las trabajadoras padecen graves problemas de salud (cáncer de la piel y de los pulmones, problemas respiratorios, asma, infertilidad, síndrome del túnel carpiano, tendinitis, y dolor intensos de la espalda) causados por los pesticidas o el trabajo en cadena muy acelerado y bajo presión.
Hoy instamos al Ministerio de la Protección Social de Colombia y a los propietarios de invernaderos de flores para que garanticen:
- El derecho a la libre asociación cesando todas las medidas de disuasión contra la organización sindical independiente e autónoma en Colombia.
- La contratación directa con los trabajadores y el uso de la subcontratación con las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) solo para casos puntuales y cortos periodos de tiempo.
- El pago, en buena y debida forma, de los salarios y de las indemnizaciones en caso de despidos.
Por ello, deseamos que Colombia adopte, en los próximos años, medidas concretas para garantizar el pleno ejercicio del derecho a la libertad de asociación. Ningún tipo de certificación ecológica o social será considerado con mayor seriedad si estos tres requisitos no son garantizados por el Estado Colombiano y los exportadores de flores.
Al firmar esta carta, nos comprometemos, además, a compartir nuestras preocupaciones y demandas a nuestras floristerías locales cada vez que nos proporcionarán flores en el futuro.