En Nicaragua, han pasado dos meses desde el inicio de las manifestaciones en contra de una ley de reforma a la seguridad social. Esta movilización se ha convertido en un movimiento social que ha sido fuertemente reprimido por el gobierno de Daniel Ortega.
Varios movimientos sociales piden actualmente la renuncia del presidente, en el poder desde hace ya más de 10 años. A pesar de sus inicios en el movimiento sandinista revolucionario, Daniel Ortega es hoy considerado como un aliado de las elites nacionales. El Movimiento autónomo de mujeres de Nicaragua denuncia que Ortega reproduce “la misma dictadura patriarcal y misógina” de la cual pretende haber liberado el país al final de la década de los setenta.
Un intento de diálogo nacional entre la sociedad civil y el gobierno está en curso con el objetivo de encontrar una solución al conflicto. En el mes de junio, el gobierno finalmente consintió a la demanda de los movimientos sociales de hacer un llamado a las instancias internacionales para investigar sobre las violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, la demanda de adelantar las elecciones al año próximo sigue siendo rechazada por el presidente Ortega.
Hasta la fecha, las organizaciones de derechos humanos reportan casi 200 asesinatos y más de mil personas heridas. La policía, en contubernio con fuerzas paramilitares, ha sido filmadas mientras reprimía brutalmente la resistencia. Se reportan ejecuciones de manifestantes desarmados, incluyendo un joven de 15 años.
En este contexto, las organizaciones feministas hacen un llamado a una huelga nacional hasta que pare la represión.
Foto: Prensa gráfica