Señor Primer Ministro, señorxs diputadxs, señores líderes y señoras lideresas de partidos políticos, instituciones públicas, y organizaciones políticas, sociales, culturales y humanitarias,
La pandemia de coronavirus, y el consiguiente confinamiento, nos impone tiempos muy difíciles a todas y todos nosotrxs, especialmente a lxs migrantes sin estatus. En el contexto actual, todas y todos hemos perdido. Muchas personas sin estatus perdimos empleo e ingresos, y estamos en riesgo de perder también nuestros hogares. Las medidas de emergencia que han sido tomadas por los gobiernos nos excluyen. En Quebec, nuestro acceso a la atención médica en realidad sigue siendo inexistente; el gobierno ha anunciado que tenemos acceso a la salud, pero esta solo incluye la atención médica relacionada con el COVID-19.
Nuestras preocupaciones y nuestros temores son legítimos. Vivimos todos los días con miedo y en ausencia de las condiciones de vida más básicas; nuestras vidas están en peligro. Nuestros niñxs y padres son muy vulnerables también. El gobierno no debe olvidarnos; no ignorarnos a nosotras y nosotros, que sufrimos lo arbitrario, que sufrimos doblemente, triplemente, en el silencio, y en el aislamiento.
Nosotras y nosotros somos de diferentes orígenes y nacionalidades. Muchos de nosotrxs hemos vivido aquí en Canadá durante muchos años. Hemos trabajado duro y en las condiciones más difíciles; contribuimos a la sociedad canadiense de muchas maneras. Somos sus amigxs, sus vecinxs, y muchas veces también somos familiares de gente que ya es ciudadana. En resumen, somos miembros de pleno derecho en esta sociedad. También somos seres humanos y queremos disfrutar de una vida digna y tranquila.
A a la luz de este período tan difícil, estamos pidiendo un programa de regularización para todas las personas sin estatus legal, sin excepciones.
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Solidaridad.
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