Jani Silva ha dedicado su vida a la defensa del medio ambiente y de lxs campesinxs del Putumayo, en el sur de Colombia. Con la Asociación para el Desarrollo Integral y Sostenible de la Perla Amazónica (ADISPA), lucha contra la extracción petrolera, el acaparamiento de tierras y la deforestación. Jani también aboga por la aplicación de los acuerdos de paz firmados en 2016. Debido a estas actividades, nos enteramos de que un grupo armado ha elaborado un plan para asesinarla. En abril, se produjeron varios disparos cerca de su casa.
Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para lxs defensorxs de los derechos humanos. Varixs centenares han sido ya asesinadxs desde 2016, con una impunidad casi total. «Pero no podemos dejarnos ganar por el miedo», dice la defensora.
Pedimos al Ministro del Interior de Colombia, Daniel Palacios Martínez, que proteja a Jani Silva y a todos los miembros de ADISPA, para que puedan defender los derechos humanos y el medio ambiente con libertad y seguridad.
Fuente: Amnesty International