Hoy, el 14 de marzo celebramos el XXVI Día de Acción Internacional contra las Represas, por los Ríos, el Agua y la Vida para este día histórico en todo el mundo, el Movimiento de Afectados por Represas internacional – MAR invita a todas las comunidades afectadas por proyectos hidroeléctricos en sus territorios a manifestarse.
Vivimos una crisis económica y sanitaría donde necesitamos luchar para garantizar los recursos básicos para sobrevivir, agua, energía, comida, gas, combustibles.
Sin embargo, todo esto está siendo entregue al capital financiero internacional por las manos de los gobiernos.
Exigimos que respeten los derechos de pueblos y comunidades ancestrales, que den prioridad a la producción de alimentos en manos de comunidades campesinas y pescadores artesanales.
Grandes, medianos y pequeños proyectos hidroeléctricos siguen obstaculizando más del 70% de los ríos del mundo. Son más los impactos que los beneficios obtenidos con estos proyectos que han generado una huella ecológica, económica, social y cultural que debe ser asumida a perpetuidad por comunidades locales y los Estados.
De esta manera hacemos un llamado a todos los gobiernos para escuchar a las organizaciones de afectados por represas en sus países en torno a las propuestas que se vienen construyendo para dar lugar una Transición Energética Justa, en la que se reconozca la deuda histórica con las comunidades, pueblos y municipalidades afectadas.
La transición energética debe estar sobre el control del poder popular, no hay transición soberana en las manos de los capitalistas.
En especial hacemos un llamado al Gobierno de Perú, De Chile, Honduras, y las Candidaturas de parlamentos y congresos y de presidentes en Colombia, Brasil, Guatemala, que vienen planteando la necesidad de avanzar en una Transición Energética, para que esas estrategias se construyan con los pueblos y para los pueblos. Debe cesar la imposición de los intereses del mercado internacional de la energía y de las empresas extractivas en las políticas energéticas. Nuestra propuesta es cambiar el modelo energético, no solo la forma de producir la energía, sino también que su distribución y comercialización sea a precios justos. Que sea considerada un derecho universal y que no haya más privatización en cualquier área de energía.
Los paneles, los molinos de vientos, las pequeñas centrales hidroeléctricas, entre otras, no son energías limpias si no son fruto del consenso con las comunidades locales, ni son limpias si causan efectos negativos irreversibles. Tampoco son limpias si arrebatan la vida de defensores de la naturaleza, como la vida de Berta Cáceres a manos de un empresario hondureño que deseaba imponer a sangre y fuego una pequeña central Hidroeléctrica sobre el Río Blanco. A Berta, el COPINH y a todos nuestros líderes y lideresas asesinados también les rendiremos homenaje este 14 de marzo.
¡Que se alce el puño, que se alce la mano, que se levante el pueblo latinoamericano!
¡Agua y energía no son mercancía!
¡Viva la lucha de los afectados y afectadas por represas!
Texto original : CRBZ Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora
Foto : Movimiento Ríos Vivos