Artículo publicado en Resumen Latinoamericano (Jessica Rodrigues) el 14 de marzo de 2023
Amigas y compañeras hablan de Marielle más allá de la imagen de violencia que marcó su nombre tras su asesinato en 2018
Mujer, negra, habitante de barrios marginales, política, madre: estas son algunas de las características utilizadas para describir a Marielle Franco y son también los adjetivos de los que estaba tan orgullosa. La concejala que cambió la forma de hacer política en Brasil fue asesinada el 14 de marzo de 2018, el crimen intentó borrar su poder, pero en cambio convirtió a Marielle en gigante y eterna.
Símbolo de la lucha por los derechos humanos y defensora de más mujeres negras en la política, sus ideales y luchas siguen vivas a través de otras mujeres negras que tienen a Marielle como referente.
La abogada y actual directora ejecutiva del Instituto Marielle Franco, Lígia Batista, cree que “Marielle fue y sigue siendo una inspiración para que las mujeres negras ocupen espacios de poder, de decisión y sigan disputando la política institucional”.
Lígia explica que la fuerza de la regidora es tan grande, incluso cinco años después de su asesinato, que una de las herramientas utilizadas en la lucha en el Instituto es la “Agenda Marielle Franco”. “Esta agenda fue lanzada inicialmente en 2020, y es básicamente una herramienta para garantizar el compromiso político de los parlamentarios progresistas con los lineamientos y prácticas que adoptó Mari en el ejercicio de su mandato”, dice.
Además, Lígia dice que la forma de hacer política de Marielle “siempre con mucha paciencia, compromiso, fuerza, simpatía, escuchando lo que la gente necesitaba y profundizando de verdad para ayudar” es uno de sus mayores legados.
“Tener a una persona como Marielle dentro de un espacio como el Ayuntamiento de Río de Janeiro, que en particular es una ciudad dividida. Esta ciudad está muy atravesada por poderes paralelos, atravesada por la intersección entre el poder económico y el crimen organizado, hay tantas complejidades en la forma en que se establecen los poderes aquí, verla electa y como la concejala más votada ese año es muy emocionante porque demuestra que logró romper barreras y perforar burbujas y creo que Mari de alguna manera nos dio muchas pistas de cómo podemos trabajar para seguir rompiendo esas barreras”, dice la abogada.
« Todos los que alguna vez murieron para que yo esté aquí »
En cuanto a Mônica Cunha, actual concejala del mismo partido que Marielle, el Psol, y compañera de camino en la lucha por los derechos humanos, inició su carrera política ante la insistencia de Marielle, quien siempre decía que “la política necesitaba más mujeres como Mónica”. El regidor se emociona al recordar una de sus conversaciones.
“Cuando miro este mandato que se construyó hace más de 20 años y es una composición de gente de la sociedad, de gente negra que anda todos los días, es un mandato antirracista, entonces sé que donde sea que esté, es da muy orgullosa de ella, porque me lo pidió un día. Hoy veo lo difícil que era para ella aquí ser vista por estos hombres blancos, ser vista por todos. Siempre digo que no es tan difícil no defraudar a los vivos, pero no puedo defraudar a los que ya murieron, a todos los que ya murieron para que yo esté aquí”, dice Mônica con lágrimas en los ojos.
Mônica conoció a Marielle cuando la buscaba pidiendo ayuda para que se hiciera justicia por su hijo Rafael Cunha, asesinado por la policía.
“Vivimos esa tragedia absurda del 14 de marzo y todos comenzamos a mirar hacia atrás en nuestras vidas y comenzamos a mirar quiénes éramos dentro de esta política que conmovió al país. Lo que nosotras, de hecho, como mujeres negras estábamos haciendo para variar. Si tenemos una cantidad de verdad que presione nuestras leyes, si podemos mover estas casas y subirnos al tranvía, conseguiremos que nuestros proyectos de ley se aprueben con más pericia, con más pertinencia”, dice.
Para Luciane Costa, presidenta de la Asociación de Vecinos del “Complexo Faz Quem Quer”, en Rocha Miranda, en la zona norte de Río de Janeiro, Marielle demostró que es posible que las mujeres de la periferia y de la favela decidan el rumbo de lo que las afecta. .
“En cada comunidad hay una Marielle que busca activamente garantizar los derechos de ese lugar, aquí en mi comunidad el referente es la fuerza, son las mujeres animándose a través de la lucha que ella tuvo, las mujeres lesbianas animándose también, saliendo del closet y mostrándose como son, exigiendo ser respetadas, mujeres líderes exigiendo que no las interrumpan, Marielle es un símbolo gigantesco que creo que forma parte de todas las agendas y discursos de nuestro día a día”, concluye Luciane.
Marielle Franco creció en Complexo de Favelas da Maré, en el norte de Río. Tras perder a una amiga que fue víctima de un enfrentamiento entre policías y bandidos, inició su militancia, siempre a favor de los derechos humanos, en especial de las mujeres negras de las favelas como ella.
Su trayectoria como concejala duró apenas un año y medio, pero fue suficiente para cambiar el perfil de la política tradicionalmente ocupado por las élites y convertir en realidad algo que parecía tan lejano para mujeres como ella.
Cinco de los siete proyectos de ley propuestos por Marielle fueron aprobados por el Concejo Municipal, en sesión plenaria en honor a la concejala tras su muerte. Su nombre se convirtió en un símbolo de resistencia y lucha.
Lígia Batista habla de la importancia de contar la historia para las próximas generaciones, para que todos sepan quién fue Marielle y que “ella demostró que las mujeres negras somos las únicas capaces de marcar la diferencia para nosotras”.
“Hemos notado que hay una creciente ocupación de las expresiones de Marielle en los espacios públicos, desde intervenciones artísticas hasta nombres de calles, plazas, escuelas, edificios públicos y eso es muy importante porque tenemos una cultura de elegir una parte de la historia para contarla cuando hablamos de vivir en la ciudad. Entonces, tenemos la posibilidad de despertar el interés de la gente por conocer esta importante historia, no sólo para la ciudad de Río de Janeiro, sino para el mundo”, concluye.