Famílias de Aurizona indignadas porque la empresa minera canadiense no ha cumplido con sus promesas. Además del suministro de agua inadecuado, la comunidad denuncia la criminalización de líderes locales por parte de la empresa.
Hoy marca seis meses que más de cuatro mil personas de la comunidad de Aurizona están sin acceso regular y adecuado al agua. Ubicada en el municipio de Godofredo Viana, estado de Maranhão, Brasil, la comunidad tuvo su suministro de agua afectado luego del colapso de una presa en la mina de oro Mineração Aurizona S.A (MASA), propiedad de la minera canadiense Equinox Gold.
Los miembros de la comunidad informan que, desde el colapso de la represa Lagoa de Pirocaua, el agua de los grifos es lodosa y tiene un color oscuro y un olor fuerte. Según un informe de la Agencia Nacional de Minería (ANM), la presa era utilizada para retener sedimentos y agua de lluvia recolectada para uso en el procesamiento de minerales. Su colapso provocó un mar de lodo y agua río abajo que llegó hasta el embalse de agua potable que abastecía a las familias de Aurizona. Desde entonces, la comunidad ha pedido reiteradamente que se realicen y divulguen estudios de calidad del agua. Ante la falta de respuesta, el Movimiento de Afectados por Represas (MAB) y los centros universitarios de Maranhão y Minas Gerais llevaron a cabo sus propios estudios a principios de septiembre, cuyos resultados deberían darse a conocer en los próximos días.
La empresa asegura haber resuelto el problema ayudando a la comunidad a “volver a tener agua limpia, a construir una planta de tratamiento de agua mejor que la anterior, a proporcionar [sic] agua potable”. La comunidad de Aurizona, sin embargo, no confirma esta versión de la empresa. Según las familias, el agua llega a los grifos de forma intermitente y la empresa ha estado utilizando agua del embalse contaminada por el derrame para abastecer a los camiones cisterna. El agua tampoco llega a todas las casas. Muchos miembros de la comunidad tienen que salir de Aurizona para acceder al agua. Además, algunos residentes se quejan de irritación de la piel y problemas estomacales como resultado del uso del agua proporcionada. “Los empleados de la empresa dicen que están bebiendo la misma agua que nosotros, pero eso no puede ser cierto o estarían lidiando con los mismos problemas de salud que nosotros”, se queja Maria Valdirene Teixeira.
Otro punto controvertido en relación a las declaraciones de la empresa se refiere a la causa de la ruptura de la presa. MASA y su empresa matriz Equinox Gold han afirmado en repetidas ocasiones que la presa se derrumbó debido a un episodio de «lluvias fuertes excepcionales (de más de 450 mm)«, un fenómeno que ocurriría cada 10.000 años. Sin embargo, un estudio independiente basado en datos meteorológicos oficiales de Brasil demuestra un escenario muy diferente. Según el estudio del Dr. Steven Emerman realizado en julio, “ningún sitio en la costa Atlántica del estado de Maranhão recibió más de 150 mm de lluvia entre el 24 y 28 de marzo”, lo que caracteriza niveles normales de lluvia en la región. La investigación realizada por el Dr. Emerman concluyó que «la causa raíz de la falla debe considerarse negligencia sistemática».
“Lo que más causa indignación es que la empresa siga negando que hubo ruptura de una de las presas de la mina. De hecho, no fue la presa principal de relaves que colapsó, sino la que se llama Lagoa de Pirocaua, que también se clasifica como presa minera según la ANM,” dice Dalila Calisto del MAB.
Aún después de varias reuniones entre representantes de la empresa, autoridades y personas de la comunidad, además de protestas pacíficas por parte de familias afectadas, la situación no ha cambiado. Al contrario, la empresa obtuvo una decisión jurídica que prohíbe el bloqueo de calles y ha presentado una demanda contra cinco líderes locales. Según Juciara Pereira Lima, miembro del Comité de Afectadxs por la mina Aurizona: “Nadie se alegra de estar aquí protestando. Lo tenemos que hacer porque nuestra situación es inaguantable.”
MASA no había registrado esta represa en el registro nacional de presas, como requerido por las autoridades brasileñas, y desde entonces ha recibido instrucciones de abandonar su uso. Según documentos de la ANM, la empresa no tiene plan de emergencias para la represa ni cumple con inspecciones y monitoreos regulares.
“Es inaceptable que seis meses después del colapso de la presa y en medio de la pandemia Covid-19, la empresa no cumpla con las demandas de agua potable de la comunidad ni brinde información confiable sobre calidad del agua. Peor aún: Equinox Gold centra sus esfuerzos en criminalizar a las personas que luchan por sus derechos ”, dijo Rosa Peralta del Comité por los Derechos Humanos en América Latina (CDHAL).
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Fuente: MAB, CDHAL, Miningwatch Canada, Earthworks