El CDHAL se suma a las voces en América latina y en muchos rincones del mundo que hoy gritan que el 12 de octubre no hay nada que celebrar.
Celebrar el 12 de octubre es homenajear la ocupación, el exterminio, la esclavitud y el despojo de los pueblos originarios y sus territorios, el asesinato, la desaparición y criminalización de quienes contra él se levantan. Es ensalzar el colonialismo y sus estructuras políticas, sociales, económicas y culturales basadas en el racismo, el heteropatriarcado, la homofobia, la expropiación de los territorios y el saqueo de los recursos naturales.
Los pueblos en todas las Américas se levantan para rechazar el modelo económico, el terror, el desplazamiento y el saqueo de un proyecto que inició el 12 de octubre de 1492 y que aún hoy sigue vigente en nuestras relaciones y arraigado en nuestras mentes, contra el que por más de 5 siglos los pueblos siguen resistiendo, defendiendo su territorio, su cosmovisión y su autonomía.