En Guatemala, ex militares involucrados en el caso del Diario Militar son llevados a juicio. El Diario Militar es un documento que comprueba la participación directa del Ejército Guatemalteco en crímenes de lesa humanidad contra personas consideradas enemigas internas del Estado en el período del conflicto armado. Una esperanza de obtener justicia para sobrevivientes y familiares de víctimas de personas detenidas y desaparecidas.
Guatemala vive un momento histórico. Tras décadas de impunidad, la Fiscalía de Derechos Humanos y la Policía Nacional Civil detuvieron a 12 militares por su implicación en el caso conocido como Diario Militar, o Dossier de la Muerte. El Diario Militar es un documento del servicio de inteligencia del Ejército guatemalteco que contiene el registro de la captura, tortura y asesinato de 183 personas consideradas como enemigas internas por el Estado de Guatemala. El Diario Militar salió a la luz pública en 1999 y es un documento que comprueba la participación del Ejército guatemalteco en crímenes de lesa humanidad durante el período del conflicto armado interno.
El pasado 1o de junio se realizó la audiencia de la primera declaración de sindicados en el caso, un momento de gran importancia para víctimas y familiares de personas desaparecidas y asesinadas por el Estado Guatemalteco. Brisna Caxaj-Rowe, de la Plataforma de Guatemaltecas y Guatemaltecos Exiliados por Terrorismo de Estado en Canadá, explica con más detalles lo que ocurrió esta semana.
Entre 27 de mayo y primero de junio la Fiscalía de Derechos Humanos y la Policía Nacional Civil en Guatemala capturaron a 12 militares incluyendo a un general de los 17 sindicados de tener responsabilidad de Delitos Contra deberes de la humanidad, asesinato, asesinato en grado de tentativa y desaparición forzada en el caso del diario militar o dossier de la muerte. Hasta el momento han sido imputados los primeros seis y la audiencia para la primera declaración está en proceso de presentar las evidencias para ligarlos al proceso. Para los y las sobrevivientes y familiares de las víctimas esta es una esperanza para obtener justicia.
Para entender la relevancia del caso del Diario Militar, conversamos con Samuel Villatoro, hijo de una de las víctimas documentadas en el Dossier de la Muerte. Para él, este caso es muy importante desde un punto de vista jurídico, pero también histórico y personal. ¿Samuel, puedes contarnos quién fue Amancio Samuel Villatoro?
Es muy importante para nosotros, los familiares de desaparecidos, dar a conocer nuestra historia y divulgar la verdadera historia de nuestros familiares y la historia de Guatemala en sí. Hablar de mi padre como hijo es bien complejo a pesar de que hace 10 años que empecé esta tarea de divulgarlo y de contar su historia en centros educativos, comunidades, en todos los espacios donde pueda hacerlo, siempre, siempre hay un momento cuando lo hablo donde me quiebro, dónde recuerdo situaciones que siempre han sido cruciales en nuestra vida y momentos históricos. Recuerdo muy bien a mi padre como un gran hombre, un gran padre, un gran esposo. Pero hoy en día no solamente lo veo con lo que yo recuerdo sino acompañado de la firmeza de muchas personas que lo conocieron. Una persona de mucho amor a la familia, de inculcarnos buenos valores, de enseñarnos a que el estudio era muy importante para el crecimiento del ser humano, un sacrificio que él mismo hizo para estudiar, verdad? Él era de una familia de escasos, muy escasos recursos, de extrema pobreza. De hecho, como todos sabemos, en Guatemala la educación era muy limitada para algunos sectores y el pues fue parte de ese sufrimiento. Se graduó casi de 27 años, estudiando con jóvenes de 18 años. Pero él lo hacía de gran entusiasmo y así con gran esfuerzo pues logró llegar a la universidad de San Carlos a dónde estudió la carrera de Ingeniería Industrial qué era lo que estaba cursando ya en sus últimos años cuando fue secuestrado.
En el tema político, pues definitivamente era un hombre muy comprometido con su trabajo. Estaba dedicado al movimiento sindical en que considero el momento más complejo de la historia guatemalteca, el momento más difícil del sindicalismo y de toda la acción revolucionaria o activista en el país y que él asume con responsabilidad el tema del movimiento sindical. A él le toca asumir esa dirección clandestina dentro del movimiento sindical y pues es allí la raíz de la desaparición forzada.
Samuel, puedes compartirnos tus recuerdos del momento de la desaparición forzada de tu padre cuando aún eras un niño?
Hasta el día de hoy el domingo sigue siendo un día de muchos sentimientos. No logro encontrar algo bonito en el domingo porque siempre tengo como el último recuerdo de mi padre, domingo 29 de enero y que al día siguiente, pues sale a una reunión de trabajo en dónde pues lastimosamente nunca más regresa a casa. Un niño que se queda a los 7 años esperando que su padre vuelva y que al contrario ve entrar a 8 o 9 hombres armados a la casa con extrema violencia a sacar toda su documentación.
¿Y cuál es la importancia del hallazgo del Diario Militar?
Veo que tiene distintos aspectos: en el tema jurídico y en el tema histórico y en el tema personal. En el año 1999, cuando aparece el diario militar, es como reencontrarse que de alguna manera con una parte de esta realidad y de esa verdad que habíamos vivido por años. Esa incertidumbre, el día que se fue nunca más vuelve, los hombres armados, mis hermanos fuera del país, mi familia desintegrada, desarticulada. Era bien complejo. En ese lapso desde 1984 a 1999, hubo un vacío de incertidumbre de saber qué estaba pasando, no? y que al final el diario militar pues nos viene a demostrar con certeza lo que en realidad nosotros ya sabíamos que había pasado, pero que de alguna manera hay algo escrito. Identificamos por ejemplo de su ficha que su captura era justamente el día que nunca más llegó a la casa, identificamos de su ficha que había sido capturado justamente en el lugar donde él había dicho que iba a reunirse con un compañero. Y por supuesto trae el dato más triste, creo que todas las compañeras y compañeros del diario militar no me dejarán mentir, el tiempo que dicta el diario militar que estuvieron en manos de los tractores.
Eso creo que es una pesadilla inimaginable. Cierro los ojos y a veces y no me puedo imaginar qué pudo haber pasado con mi papá pues 57 días en esa cárcel clandestina bajo las más crueles y sanguinarios torturas que se le pueden hacer a un ser humano.
Pues del lado histórico viene a poner un precedente de la verdadera historia de nuestro país, que muchos se empeñan en desvirtuar, en negar y en decir que no sucedió. El Diario Militar viene a ser como un precedente histórico legal de lo que realmente ocurrió con los desaparecidos en Guatemala y venía a dar en ese momento una luz de esperanza, de un proceso de justicia, de saber de qué había pasado con nuestros familiares desaparecidos.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Entonces ahí entramos a un proceso de investigación, de romper con el miedo, de enfrentar a la justicia, de hablar del tema, que para nosotros era un tema totalmente silenciado, porque que nos han impuesto inclusive que teníamos que llorar a nuestros familiares a escondidas para que nadie nos viera. Yo tenía prohibido totalmente decir que tenía un familiar desaparecido y por supuesto mucho menos decir que mi papá era sindicalista. Simple y sencillamente no tengo papá y punto. Y hasta este momento fue que empezamos a romper con esa barrera de poder hablarle al mundo de la realidad que había pasado con nuestros seres queridos. Así este es el primer aspecto y luego a nivel internacional se tuvo ya un caso ganado y citado que la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenció al Estado guatemalteco por la desaparición forzada de mi padre y de 27 familias más. Esa es otra reparación más que tenemos los familiares de desaparecidos que sin embargo hasta este momento pudiéramos seguir nombrando que el Estado de Guatemala continúa en desacato de la sentencia que está emitida. Y que bueno eso daba un respiro a muchas familias de esperanza, de justicia, pero la Corte solo sentencia al Estado y nosotros en lo particular luchamos arduamente con muchas familias unidas para poder lograr la justicia a nivel nacional y encarcelar a los responsables directos de las atrocidades cometidas. Sabemos que tal vez los actores físicos de las torturas y demás muchos de ellos probablemente no existen más en el mundo, pero los que existen definitivamente tendrán que pagar por los crímenes cometidos en Guatemala y en contra de nuestros familiares. Así es que el diario militar viene a dar ese respiro y hoy justamente pues se está llevando ese caso de muy buena manera a nivel nacional.
A pesar del avance que simboliza esta audiencia para la primera declaración, ¿cuáles son las amenazas para las distintas partes involucradas en el proceso de buscar justicia por los crímenes reportados en el Diario Militar?
Definitivamente, para todos los que conocen la historia de Guatemala, la amenaza latente es a nivel nacional. Realmente todo el pueblo de Guatemala está en una amenaza constante. Imagínense entonces cómo no estará una amenaza constante para los que están llevando un caso tan trascendental de poder encarcelar a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad en los años 80. Hay que recordar que esos criminales de guerra pues buscaron refugio en la política y en los puestos de poder en nuestro país, no? Y que hoy en día son las cúpulas que manejan nuestro país y que realmente pues es complicado llevar un caso a nivel nacional contra estos responsables y esta gente que hoy en día es corrupta en nuestro país, antes eran asesinos ahora son corruptos. Entonces es definitivamente complejo. Para ello los riesgos son latentes pero creo que todos los familiares de desaparecidos hemos asumido estos riesgos porque nuestros familiares desaparecidos lo merecen y el pueblo Guatemala merece tener justicia y tener una verdadera historia escrita y patentada de lo que realmente pasó en el país.
¿Cómo podemos ayudar con este caso desde la esfera internacional?
Importantísimo hoy en día contar con la solidaridad internacional, la solidaridad nacional para poder de alguna manera exigir al pueblo guatemalteco que respete a este digno y debido proceso que merecemos los familiares de desaparecidos y que protejan a los fiscales que están llevando hoy en día el caso tan delicado como lo es el diario militar, que protejan al mismo juez que está llevando la sentencia del mismo, y por supuesto a las organizaciones querellantes, a las familias que están siendo querellantes en este caso. Debe existir esa exigencia a nivel nacional e internacional para que podamos de alguna manera sentirnos respaldados y esta exigencia de seguridad para llevar un proceso limpio en el tema de Justicia trascendental en nuestro país.
Bueno, agradecer realmente este esfuerzo de este medio de comunicación y de todos los medios de comunicación que puedan divulgar esta entrevista para poder hacer el llamado real a la solidaridad, al apoyo, al acompañamiento en todos los aspectos: desde un cartelito, una fotografía, o un memo, un memorando, lo que sea es bienvenido para apoyar y acompañar los procesos de este caso trascendental no solo para Guatemala, sino para América Latina y el mundo. Recordemos que muchos países de América Latina también sufrieron las atrocidades del terrorismo de Estado y que esto también puede brindar una luz de esperanza para estos países en búsqueda de justicia.
Tras la última audiencia, los sindicados quedaron ligados a varios procesos. Aunque sus abogados han pedido medidas sustitutivas al auto de prisión, el juez dictaminó que deben permanecer detenidos hasta que el Ministerio Público pueda terminar la investigación. La audiencia para el juicio se llevará a cabo el 21 de septiembre.