Escrito por Clarisa Neztor, Agencia Tierra Viva, el 16 de julio 2024
El monocultivo de árboles implica desalojo de familias campesinas e indígenas, desmonte y consecuencias sociales, ambientales y sanitarias. La localidad misionera de Wanda fue testigo de ese accionar: la policía provincial y la empresa Arauco avanzaron sobre familias rurales. Destruyeron sus casas y cultivos. El Poder Judicial y el Gobierno son parte de ese modelo.
El paraje San Lorenzo 2, en la localidad misionera de Wanda, fue el escenario de un violento desalojo de familias campesinas. El operativo estuvo protagonizado por la policía provincial con apoyo explícito de la multinacional forestal Arauco. El resultado fueron las viviendas destruidas —incluso incendiadas— y los productores expulsados de sus lugares de vida y de trabajo. El trasfondo, el monocultivo de árboles que avanza sobre tierras de campesinos y pueblos indígenas.
El hecho sucedió el viernes 5 de julio a las 7 de la mañana, con un operativo represivo desproporcionado: tres camionetas de infantería, una traffic repleta de efectivos, cinco patrulleros, dos camionetas de Arauco, un camión de la empresa y una topadora.
Las tres familias afectadas, que producían alimentos en el lugar, no fueron notificadas previamente. A pesar de no plantear resistencia, fueron detenidas con violencia cinco personas, incluido un menor de 15 años. Y una mujer fue golpeada en la cabeza y el abdomen. Todo el operativo fue ante la presencia de adolescentes y niños (de 14, 9 y 7 años).
El desalojo se efectuó en el marco de un juicio iniciado por la empresa Arauco (propietaria del 230 mil hectáreas en Misiones) con un dueño anterior. La orden fue emitida por el juez Juan Francisco Vetter y ejecutada por la jueza de Paz de Wanda, Ingrid Radke, con el claro apoyo logístico y de personal de Arauco. El operativo pone de manifiesto la evidente articulación del Poder Judicial de Misiones y las fuerzas policiales a favor de los intereses empresarios.
La chacra de diez hectáreas, que era el sustento de las familias, quedó destruida (incluida la quema de gallineros y chiqueros). Perdieron todos sus animales y pertenencias. La topadora derrumbó las casas y personal de Arauco incendió una de ellas. Destruyeron los cultivos de mandioca, mandarinas, bananas y naranjas. Desparramaron las bolsas de harina al suelo y robaron una yunta de bueyes, una vaca con su ternero, siete patos, cuatro gallinetas, siete chanchos y más de 30 gallinas.
Eduardo Garcete, uno de los campesinos detenidos, explicó que los retuvieron desde las 9 de la mañana hasta las 18 en la traffic de infantería y afirmó que ahí dentro los torturaron (denunció que casi le rompen el cuello). «Eran muchos, muchos, llevaron toda la policía que había. Y no quisieron escucharnos», explicó Garcete. Precisó que los niños tienen pesadillas y dificultades para dormir. Recordó que, además de esposar a su hijo de 15 años, también golpearon a una de las niñas. «Encima que te hacen daño, te roban, te lastiman a chicos… los niños no querían dejar sus casas», afirmó.
El desamparo es total.Las familias quedaron sin nada y no recibieron ningún tipo de ayuda. Tampoco tuvieron respuesta de las autoridades municipales ni provinciales.
Empresa, Poder Judicial y sector político
Los desalojos por parte de la multinacional Arauco, presente en Misiones desde 1996, ocurren desde hace muchos años, siempre contra comunidades indígenas y campesinas. Busca acaparar la mayor cantidad de tierras para su producción forestal de pinos y eucaliptos, para lo cual cuenta con la complicidad del gobierno provincial que los beneficia y ampara.
El accionar de Arauco también cuenta con la complicidad del Poder Judicial. En este caso, de la jueza de Paz Ingrid Radke. Y del ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, responsable del accionar policial.
Según datos del Ministerio de Agroindustria de Nación, en Misiones existen 405 mil hectáreas de «bosques implantados» (como llaman al monocultivo). Y la multinacional Arauco es el principal actor del sector. La propia empresa, mediante un camión, se llevó las pertenencias de las familias y aún no las devolvió. Por su parte, la intendenta de Wanda, Romina Faccio, no accedió a atender a las familias cuando se acercaron a la Municipalidad para dialogar con ella.
Días antes del desalojo hubo una reunión del titular de la empresa Arauco, Pablo Ruival, con el vicegobernador de Misiones, Lucas Spinelli; el ministro de Economía, Adolfo Safrán, y el ministro de Industria, Federico Fachinello, en la sede de la empresa en Olivos (Buenos Aires). Los distintos gobiernos de Misiones siempre estuvieron (y están) en articulación con la empresa forestal.
*Organizaciones de Misiones iniciaron una campaña solidaria para colaborar con las familias desalojadas. Se puede transferir al alias: FABI.GARCETE.MP (a nombre de Fabiana Beatriz Garcete).
Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/el-modelo-forestal-la-empresa-arauco-y-la-violencia-en-misiones/