HomeComunicadoEl toque de queda: una hipocresía peligrosa para las y los trabajadores con estatus precario

El toque de queda: una hipocresía peligrosa para las y los trabajadores con estatus precario

Declaración del Comité de mujeres de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras Temporales de Agencias de Empleo

Los grupos comunitarios lo repiten desde hace  casi un año. Las medidas sanitarias tienen un impacto desproporcionado en las poblaciones más vulnerables o marginadas. A pesar de estas denuncias provenientes de todos lados, y mientras el Tribunal Superior de Quebec acaba de decretar la exención del toque de queda a las personas en situación de calle , la CAQ insiste en mantener el toque de queda así como el aumento de los mecanismos de vigilancia policial, para el resto de la población, ignorando completamente las consecuencias que esto tiene sobre las y los trabajadores de sectores esenciales de la economía, comenzando por la reducción de la jornada laboral en algunas empresas provocando, a menudo, una sobrecarga de tareas al inicio de la jornada laboral. Por otro lado, desde el 9 de enero, muchos trabajadores y trabajadoras han denunciado  que han sido interceptados repetidamente y luego interrogados, a veces durante más de 45 minutos, por la policía mientras regresaban a casa del trabajo. Para evitar estas situaciones, muchas personas con estatus precario se vieron obligadas a renunciar a sus trabajos. Otros, para no tener que pasar largas horas en el transporte público durante los límites del toque de queda, se apiñan en las áreas comunes de sus lugares de trabajo para dormir mientras esperan hasta las 5 de la mañana.. 

Uno de los principales problemas con las atestaciones de derecho de circulación otorgados por los empleadores es que debe tener un empleador. Puede parecer una tontería, pero la situación se vuelve mucho más complicada para los denominados “trabajadores autónomos” en la economía de plataformas como lo es Uber, o para las y los  trabajadores de agencias de empleo que pueden cambiar de lugar de trabajo cada día según las necesidades del mercado. Lo mismo ocurre con las trabajadoras domésticas que realizan tareas para personas particulares y que están limitadas a los horarios que les asignan. Además , la autorización por sí sola no es suficiente al momento de los controles policiales. Las personas presuntas en infracción deben identificarse, lo que, sin documentos de identidad válidos reconocidos por las autoridades, es propicio para numerosos abusos de parte de la policía. De hecho, Radio-Canadá reveló en un reportaje de “Enquête” en octubre pasado que los agentes de SPVM (Servicio de policía de la ciudad de Montreal), a diferencia de sus contrapartes en otras grandes ciudades canadienses, contactan a la agencia de servicios fronterizos miles de veces al año cuando no es parte de sus responsabilidades. En este sentido, las personas cuyo estatus migratorio no está garantizado corren el riesgo potencial de deportación durante estos controles.

Las personas con estatus migratorio precario se encuentran, por tanto, en una situación paradójica. Por un lado, ocupan en su mayoría trabajos esenciales, aunque difíciles y no calificados, particularmente en el sector de la producción de alimentos o en el almacenamiento y en la distribución de bienes de consumo cotidiano. Por otro lado, estas mismas personas a menudo son consideradas desechables a los ojos de sus empleadores, quienes con demasiada frecuencia les ofrecen solo lo mínimo en materia de salud y seguridad o incluso de  normas laborales; indeseables desde la perspectiva de la población que los ve como «ladrones de empleos» o «invasores»; o aprovechando su generosidad desde el punto de vista del gobierno de Canadá y Quebec, que insiste en no facilitar el proceso de regularización de su estatus migratorio o darles acceso a servicios públicos como la atención médica, todo ello sabiendo muy bien que la economía no puede prescindir de ellos y ellas. 

Para acabar con esta contradicción, es imperativo que el toque de queda termine lo antes posible para que las y los trabajadores esenciales puedan continuar sus actividades sin tener que temer por su seguridad. También pedimos a todos los gobiernos que establezcan las condiciones necesarias para garantizar la protección permanente de todos las y los  trabajadores vulnerables.

A nivel municipal, esta protección implica, entre otras cosas, el establecimiento de una  cédula de identidad distribuida a todos las y los  residentes de la ciudad, que les permita identificarse con las distintas autoridades sin tener que revelar su estatus migratorio.

A nivel provincial, instamos al gobierno provincial a emitir un certificado de selección de Québec a todas las personas con estatus precario que se encuentran en el territorio, permitiendo así su regularización.  De lo contrario es sumamente difícil para estas personas denunciar los abusos sufridos, tanto en el lugar de trabajo como en el exterior (violencia doméstica, acoso, fraude, etc.) Además, pedimos al gobierno de Quebec que amplíe la cobertura de atención médica pública para evitar que las personas con estatus precario caigan en la ruina cuando requieran atención médica, especialmente en el caso de un accidente de trabajo.

Por último, exhortamos al gobierno federal que amplíe los criterios de acceso a los beneficios de reemplazo de ingresos, incluido la prestación de enfermedad canadiense para el estímulo económico, para permitir que las personas con estatus migratorio precario puedan obtenerlos. De hecho, nadie debería verse en la situación de tener que elegir entre satisfacer sus necesidades básicas o recuperarse de un virus.

A las y los  trabajadores se les dice que son esenciales. Ya es hora de que se coloquen en las condiciones esenciales para que sobrevivan.

El Comité de mujeres de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras Temporales de Agencias de Empleo, lucha desde el año 2018 para defender los derechos de las trabajadoras  con estatus precario o sin estatus. El comité trabaja para denunciar la violencia de género y visibilizar  las múltiples opresiones que se ejercen específicamente sobre las trabajadoras precarias. Tenemos valor, tenemos derechos y juntos luchamos por nuestra causa.

Fuente : Association des travailleurs/euses temporaires d’agences de placement (ATTAP)