La enunciación de estas lÃneas generales llevan consigo un sin número de elaboraciones populares y comunitarias consignados en pliegos, plataformas, mandatos y acuerdos, muchos de ellos incumplidos por los gobiernos anteriores, nacidos de nuestras cumbres, encuentros, asambleas y demás espacios autónomos, de pueblos y comunidades indÃgenas, afrodescendientes, campesinos y populares, que deben ser para ustedes la base de la voz del pueblo colombiano.
Los movimientos sociales, populares y alternativos, los pueblos étnicos y comunidades presentes en este acto de posesión popular y espiritual, les saludamos con la esperanza férrea de un presente y futuro mejor para Colombia.
Compartimos nuestro profundo sentimiento de felicidad y responsabilidad por la llegada al gobierno colombiano de este proyecto polÃtico nacido de las entrañas de los pueblos y caracterizado por el interés de aportar al cambio de la realidad de nuestro amado paÃs.
Recordamos las miles de acciones polÃticas, comunitarias, de encuentro y movilizaciones a lo largo y ancho del paÃs, en donde hemos aportado a este camino de acumulación de espÃritu de transformación para llegar hoy a esta victoria popular. También a los y las miles de lideresas sociales y comunitarias que han sido vÃctimas del Estado colombiano que hoy nos acompañan con su fuerza y memoria para continuar en este camino. Recordamos a las miles de personas presas y perseguidas polÃticas por haber alzado las banderas de la dignidad y que aún continúan con la fuerza y la voluntad de transformar el paÃs para el bien de las mayorÃas.
La investidura que ustedes adquieren hoy, en esta posesión popular y espiritual para ser mandatarios del gobierno nacional, lleva consigo la memoria y la dignidad de los pueblos y comunidades rurales y urbanas. Nunca debe olvidarse ello pues ahà está la fuerza para el avance hacia los cambios que Colombia necesita.
Nos encontramos aquà desde la legitimidad y el reconocimiento de autoridades sociales, comunitarias, populares y étnicas que vamos a juntar fuerzas para avanzar en transformaciones que nos permitan vivir en paz y en dignidad; el poder popular y de los pueblos es la garantÃa para lograrlas, fortalecerlo es tarea de las comunidades, pueblos y sectores sociales, asà como es su deber contribuir decididamente a lograrlo. Con certeza el único camino posible para las verdaderas transformaciones en el paÃs se dará con el trabajo articulado y respetuoso entre los poderes gubernamentales, las formas de gobierno propios, desde la autonomÃa y autodeterminación de los pueblos y comunidades indÃgenas, afrodescendientes y campesinas que hemos construido para lograr las condiciones del vivir sabroso en nuestros territorios. Esto será posible si logramos construir canales permanentes, sistemáticos y decisorios para transformar el paÃs; esta tarea no es fácil pero juntos lo vamos a lograr.
El mandato de este gobierno es claro: dialogar, concertar, decidir y ejecutar polÃticas con el pueblo colombiano para la superación de las brechas que nos tienen hoy padeciendo la más profunda crisis humanitaria, social y ambiental de nuestra historia; proponemos generar un espacio permanente de encuentro entre el gobierno colombiano y el pueblo organizado para construir, evaluar y proyectar conjuntamente las polÃticas de cambio y su desarrollo; sin desconocer los derechos y escenarios de gobierno propio logrados por las luchas de los pueblos indÃgenas, campesinos, afrodescendientes y sectores populares, de no ser asà los poderes contrarios a este propósito lograrán que nada cambie para seguir disfrutando de los privilegios adquiridos con violencia contra el pueblo.
Nuestras apuestas sobre las principales transformaciones están claras:
- La transformación de las condiciones de las mujeres y la comunidad LGBTIQ+ para el pleno goce de sus derechos fundamentales, sociales y polÃticos, su autonomÃa y decisión sobre su ser, cuerpos y proyecciones de vida.
- En el territorio y con la naturaleza: Con la participación y decisión de las comunidades organizadas lograr la construcción y desarrollo de planes para el presente y futuro de los seres vivientes en los territorios, con respeto y armonÃa de la naturaleza y la transformación de las polÃticas de uso y cuidado del patrimonio nacional ambiental. Liderar la lucha y unidad en nuestro Abya Yala contra la destrucción de la naturaleza para la acumulación de capital.
- La solución al problema de las drogas a través de la concertación con las comunidades de procesos de sustitución gradual y voluntaria de cultivos de uso ilÃcito y romper los eslabones de la cadena productiva del narcotráfico.
- En términos económicos es necesaria la transformación del modelo productivo extractivista, en la vÃa de superar el capitalismo en todas sus versiones. El desmonte de todos los tratados y acuerdos de libre comercio perjudiciales para el paÃs, el impulso y la protección de la producción nacional, el fortalecimiento de las economÃas populares como cimiento de una economÃa social, cooperativa y solidaria, la soberanÃa nacional, económica y alimentaria para el bien de los pueblos y comunidades.
- Sobre los derechos: hacer real la premisa de la Constitución PolÃtica del 1991donde dice que somos iguales y tenemos derecho a la educación, salud, vivienda, a servicios públicos, al trabajo, la alimentación, la cultura y el deporte, a un ambiente sano, a pensionarnos, a la comunicación y la información para vivir en dignidad. Resaltamos que es necesario el reconocimiento polÃtico del campesinado asà como el fortalecimiento de los derechos colectivos de los pueblos indÃgenas, afrodescendientes, rom y campesinos, y los derechos de la naturaleza.
- Para una verdadera democracia es necesario construir mecanismos de participación vinculantes de las comunidades en el presente y futuro de las mismas, el territorio y el paÃs en general por medio del plan nacional de desarrollo y los diálogos regionales vinculantes con una metodologÃa concertada. Se debe lograr la inclusión con enfoque diferencial de las comunidades históricamente excluidas por razones de género, edad, color de piel, discapacidad, y territorialidades. La gobernabilidad la garantizará el pueblo, no quienes han usufructuado el poder para mantener privilegios, por ello es imperativo avanzar hacia la democracia popular y directa.
- Lo más importante para que todo lo anterior sea posible: la defensa de la vida de las comunidades, sus lÃderes y dinámicas autónomas; garantizar su pervivencia en los territorios fortaleciendo los mecanismos de autoprotección y cuidado como las guardias indÃgenas, afros, campesinas, comunitarias y populares y los derechos humanos fundamentales.
- La construcción de la paz total con justicia social superando las causas que originan los conflictos sociales y armados; pasan por el cumplimiento del acuerdo de paz de la Habana, los acuerdos firmados con el movimiento social y popular, el retomar el proceso de negociación con el ELN, y la apertura de procesos de negociación y diálogos con las organizaciones que se reconocen como FARC – EP y han manifestado su voluntad, con las demás organizaciones armadas que han manifestado su voluntad y con quienes la manifiesten; las transformaciones en la doctrina militar y el fin de las fuerzas armadas del Estado que violentan al pueblo, como el ESMAD.
Que defender la vida, los derechos humanos, los territorios y la paz no nos cueste la vida.
La enunciación de estas lÃneas generales llevan consigo un sin número de elaboraciones populares y comunitarias consignados en pliegos, plataformas, mandatos y acuerdos, muchos de ellos incumplidos por los gobiernos anteriores, nacidos de nuestras cumbres, encuentros, asambleas y demás espacios autónomos, de pueblos y comunidades indÃgenas, afrodescendientes, campesinos y populares, que deben ser para ustedes la base de la voz del pueblo colombiano.
Finalmente, expresamos nuestra voluntad de aportar, en un trabajo mancomunado, a la generación de la fuerza social, polÃtica y comunitaria, necesaria para lograr los cambios estructurales que el pueblo colombiano necesita. Estamos dispuestos a defender las propuestas y voluntad de cambio popular en las calles como siempre lo hemos hecho, con alegrÃa y decisión, con la unidad como principio, para lograr un paÃs del tamaño de nuestros sueños colectivos.
Publicado por Prensa rural org el 6 de agosto 2022