El informe final de la investigación nacional sobre mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas en Canadá fue presentado el 3 de junio en ceremonia de mucha emoción. Para las grupos de mujeres indígenas, este reconocimiento y apoyo es apenas un primer paso y esperan ver las medidas concretas que tomará el gobierno, como dijo Verna Polson, autoridad r dela pueblo indígena Algonquin-Ashinabe.
Hoy llevo este medallón por las mujeres, por nuestras niñas que están desaparecidas y por aquellas que siguen luchando. Mi medallón no para de moverse hacia el lado desde esta mañana, tengo siempre que estar moviéndolo. Se está alejando de mi corazón, porque todavía hay tanto trabajo por hacer. Todavía queda mucha justicia por hacer.
La investigación no logró averiguar un número exacto de mujeres y niñas asesinadas y desaparecidas por la ausencia de datos fiables, pero estudios recientes muestran que la tasa de feminicidio es siete veces mayor entre mujeres indígenas que entre mujeres no indígenas. Incluso, desde que el primer ministro Justin Trudeau asumió el poder en el año 2015, hubo más de 120 casos de muertes y desapariciones.
Entre las más de 200 recomendaciones del documento, está la necesidad de reformas drásticas en los programas y servicios de salud, educación, seguridad y justicia para los pueblos indígenas. También incluyen medidas efectivas de combate al tráfico humano, la explotación y la violencia sexual que afecta sobre todo a las mujeres, niñas y personas LGBTQI.
Señala también que el origen del genocidio está en el sistema colonial y la ley para los indígenas, que han permitido múltiples formas de violencia. En el 2015, una comisión de verdad y reconciliación chocó al mundo con las historias sobre los establecimientos religiosos de educación. Por casi dos siglos, cerca de 150 mil niñas y niños indígenas fueron confinados en estos internados, donde sufrían agresiones psicológicas, físicas e incluso sexuales.
Además, en la década de los sesenta y ochenta, se estima que gobiernos provinciales sacaron a 20 mil niños y niñas de sus casas sin el consentimiento de sus familias bajo el pretexto de protegerlos de las situación de precariedad.
La investigación sobre mujeres y niñas asesinadas y desaparecidas en Canadá se realizó en dos años y medio. Según algunos grupos de mujeres indígenas, ese período no fue suficiente para hacer una investigación profunda y no permitió que las mujeres y familias entrevistadas ganaran confianza para dar su testimonio.
Por otro lado, se reconoce la importancia de un documento oficial que exponga a la sociedad que el sistema colonial, el racismo y la indiferencia están a la base del genocidio que amenaza a mujeres y niñas indígenas en Canadá.
Fuentes y foto:
La Presse: «Enquête nationale sur les autochtones disparues et assassinées: un «génocide ‘planifié’»
The Conversation: «Femmes amérindiennes assassinées: ce génocide qui embarrasse l’Amérique du Nord»
Enlace entrevista:
Youtube: «MMWIG inquiry closing ceremony LIVE»