Tras el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en su residencia privada el 7 de julio, la Concertación por Haití (CPH), grupo de solidaridad con el pueblo haitiano, se encuentra preocupada por el periodo de transición que precede la elección de un nuevo presidente.
En efecto, dado que el asesinato hace imposible el traspaso del poder de un presidente electo a otro, el periodo de transición podría ser «decisivo para el futuro del país», según Marc-Édouard Joubert y Jean-Claude Icart, del CPH.
En un comunicado publicado el lunes, el grupo señala que es imposible respetar la Constitución porque tal situación no estaba prevista y las instituciones que podrían haber asumido el control fueron desactivadas por los dos gobiernos del PHTK, el partido que ocupa el poder en Haití desde hace 10 años.
Quedan muchas interrogantes sobre lo que ocurrirá en las próximas semanas. El debate actual gira en torno a saber si los haitianos están asistiendo a un golpe de Estado, si se pondrá en marcha un gobierno de transición antes de las elecciones, si el país caerá bajo la tutela de la comunidad internacional o bajo el control de bandas armadas.
Según el CPH, todavía es posible inspirarse en el espíritu de la Constitución para establecer una estructura de transición negociada entre las distintas instancias organizadas de la sociedad haitiana. «Las negociaciones en este sentido están muy avanzadas y esperamos que permitan solucionar lo antes posible los numerosos problemas a los que se enfrenta el país», agregaron.
En Haití, los grupos organizados de la sociedad han estado trabajando durante casi dos años en una fórmula de transición que representaría un nuevo comienzo para el país. «Ya es hora de escuchar al pueblo haitiano y apoyarlo en sus decisiones», declaró el grupo en su comunicado de prensa.
El rol de la comunidad internacional
Asimismo, el CPH también se pregunta qué posición adoptará la comunidad internacional, teniendo en cuenta que por el momento «seis países extranjeros son mencionados en relación con el atentado fatal en contra del presidente Jovenel Moïse», según la agencia haitiana AlterPresse.
Para la agrupación, es evidente que la comunidad internacional debe apoyar los esfuerzos locales para establecer un gobierno de transición que tenga un amplio consenso y que pueda empezar a confrontar el clima de impunidad, la inseguridad, la corrupción y la pobreza endémica. Todo esto respetando el derecho a la autodeterminación de la población haitiana.
«Los líderes actuales ya han pedido ayuda a la comunidad internacional. Puede ser muy tentador utilizar esta postura de fuerza para imponer soluciones al país. Este camino ya ha sido tomado en el pasado, sin ofrecer buenos resultados«, afirma el CPH, que condena enérgicamente el asesinato de Jovenel Moïse.
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