El 8 de marzo pasado, las mujeres afectadas por represas devolvieron a la empresa Hydro, ante su sede social de la ciudad de Belem, el barro que la empresa ha ido botando desde décadas sobre el pueblo de Pará.(…)
Se hizo un minuto de silencio para la muerte del segundo líder comunitario cuya vida fue robada por causa de su oposición a los intereses de la empresa Hydro, que representa el lado asesino del capital financiero en Amazonia, a través de las empresas mineras, hidroeléctricas y del negro-comercio que matan ríos, animales, plantas, indígenas, quilombolas, ribereños, y campesinos