El 4 de abril de 2019, la Corte Suprema de Canadá rechazó la apelación en el caso histórico de los pueblos indígenas de Ecuador contra Chevron, que se hizo conocer como el «Chernobyl amazónico» debido a su impacto devastador en la región. Los y las demandantes ecuatorianos/as buscan hacer cumplir una sentencia de la más alta corte de Ecuador que ordena a Chevron pagar más de 9.500 millones de dólares por la limpieza de la contaminación causada por la negligencia deliberada en la operación de los campos petroleros.
El fallo representa un paso atrás para la Unión de Personas Afectadas por Chevron-Texaco (UDAPT) de Ecuador y víctimas de crímenes corporativos en todo el mundo. La Corte Suprema de Canadá podría haber adoptado un enfoque innovador con respecto a la responsabilidad corporativa, la justicia y la equidad al garantizar que las comunidades indígenas tengan acceso a la justicia y las reparaciones. Al negar la apelación, la Corte Suprema optó por la interpretación de las leyes actuales que favorecen la impunidad corporativa.
«Es lamentable que los tecnicismos legales y el poder económico constituyan obstáculos para el acceso a la justicia para las personas que son víctimas de delitos corporativos. A pesar de la decisión en Canadá, nuestra búsqueda de justicia continuará, e iniciaremos procedimientos legales en otros países «, declaró Willian Lucitante, Coordinador de UDAPT.
La Corte Suprema de Canadá reconoció previamente esta demanda como litigio de interés público. Pero los jueces del tribunal inferior de Ontario declararon que «hay una diferencia entre la realidad económica y la realidad legal», por lo que las leyes vigentes no deben modificarse. Si se modifican las leyes, la demanda ecuatoriana podría afectar a las empresas canadienses y obligarlas a priorizar los derechos humanos por encima de sus intereses comerciales.
Pablo Fajardo, el abogado de los pueblos indígenas y campesinos afectados por Chevron, declaró: “Es lamentable que, una vez más, un país demuestre que la justicia está estructurada para proteger y garantizar la impunidad de las empresas transnacionales. La Corte Suprema de Canadá no tuvo la oportunidad de conocer los méritos del caso ecuatoriano y simplemente resolvió no aceptar la apelación. Nuestros abogados no tuvieron la oportunidad de explicar las ramificaciones de la estructura jurídica de Chevron, que protege a la empresa de los juicios interpuestos por las personas afectadas por sus operaciones negligentes. Este es un precedente desastroso para las luchas sociales, para los derechos y la justicia.”
La demanda de las comunidades por justicia y reparación ha avanzado en los tribunales durante casi 25 años. En Canadá, este proceso se ha convertido en una manifestación emblemática de impunidad que permite a las empresas transnacionales no sufrir consecuencias cuando violan los derechos de los indígenas y los derechos humanos.
La UDAPT es una organización de base formada por seis naciones indígenas y más de ochenta comunidades campesinas, que representan a más de 30,000 personas afectadas por la compañía petrolera Texaco y sus actividades irresponsables en la Amazonía ecuatoriana. Texaco, adquirida por Chevron en 2001, contaminó más de 450.000 hectáreas de bosque virgen. La compañía vertió petróleo crudo, aguas residuales tóxicas y gases contaminantes que afectaron los ecosistemas, los sistemas de salud y culturales, la seguridad y la soberanía alimentaria de las poblaciones, lo que aumentó la pobreza y la exclusión. Las comunidades representadas por UDAPT también han sufrido graves impactos en la salud, incluidas las tasas más altas de leucemia infantil en Ecuador. Las muertes por cáncer son 130% más frecuentes y el riesgo de mortalidad es 260% más alto que en otras partes del Ecuador. El cáncer representa el 32% del total de muertes en la población afectada, tres veces más que el promedio nacional.
A pesar de este escenario devastador, Chevron continúa utilizando todos los medios para obstruir el acceso de la comunidad a la justicia mientras continúa la contaminación del suelo y los ríos de la Amazonía ecuatoriana. Cada año, personas mueren sin esperanza de reparación para las generaciones futuras.
Durante los últimos años, UDAPT se unió a los esfuerzos internacionales de cientos de organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos humanos con el objetivo de presionar para la creación de un tratado internacional vinculante sobre las empresas transnacionales y los derechos humanos en Naciones Unidas. La batalla emblemática de los pueblos indígenas y campesinos de Ecuador contra Chevron ha revelado la estructura de impunidad que permite a las empresas transnacionales eximirse de la responsabilidad por las violaciones graves de los derechos humanos y los daños ambientales.
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