El Movimiento Sin-Tierra de Brasil, el MST, es una referencia histórica en las luchas sociales del país. Por esa razón ha sido uno de los movimientos más perseguidos por actual gobierno de Jair Bolsonaro, que tiene el agronegocio como una de sus principales bases de apoyo. El Comité por los derechos humanos en América Latina, CDHAL, entrevistó a Raul Amorim, un dirigente del MST, que vino a Canadá para hablar de los desafíos de la clase trabajadora con la llegada al poder de Bolsonaro. Según él, para entender el contexto de Brasil hay que reconocer los intereses geopolíticos por detrás de esa ola de extrema-derecha que se disemina por toda América Latina.
»Estamos pasando ahora en Brasil un periodo de profundización de las crisis tanto económica, como política, social y también ambiental. El gobierno de Bolsonaro, que fue electo de forma antidemocrática, está con una política de retirada del derecho de los trabajadores, de ataque directo a nuestra soberanía, entregando grandes empresas públicas y también poniendo el Brasil de forma sumisa al gobierno de los Estados Unidos, y un punto muy importante es el ataque a la naturaleza, como el caso de Amazonía.»
Raúl también nos habló sobre las estrategias de resistencia de los movimientos sociales para revertir los retrocesos en la garantía de los derechos:
»Y para eso no hay otra salida sino la resistencia popular, que llamamos en Brasil de resistencia activa, que es la unidad de los trabajadores y trabajadoras de todo Brasil para pensar un proyecto político que ponga los derechos de los trabajadores, que ponga la defensa de la soberanía, la defensa del medio ambiente en primer punto. Para eso es necesario pensar una comunicación popular con el pueblo, retomar formas que sea diálogos con el pueblo en los lugares públicos, plaza, escuelas y otros lugares, radios, instrumentos de comunicación. Es demasiado importante, para que pueda retomar un diálogo directo con el pueblo de concientización, de pedagogía, y con eso construir grandes luchas de masas en todo el país y también convocamos todo el pueblo de los países de América Latina a nos solidarizar con Brasil y también en una relación más más internacionalista.»
Además de la lucha histórica por la democratización del acceso a la tierra en Brasil, el MST lidera un movimiento basado en la adopción de un modelo agrícola que prioriza el respecto al medio ambiente y la producción de alimentos sanos, generando espacios de buen-vivir tanto para la población campesina como para la urbana.
Foto : MST