La llegada del COVID-19 ha develado la incapacidad del sistema sanitario hondureño que, a raíz de la corrupción y la falta de compromiso de las autoridades la ciudadanía se encuentra en mayor vulnerabilidad ante el virus.
Conociendo la situación del sistema sanitario, miles de ciudadanos, ciudadanas y comunidades enteras han tenido que organizarse para luchar contra la pandemia.
La coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), Miriam Miranda, dice que como organización y comunidades no se quedan de brazos cruzados y han venido haciendo un trabajo para crear grupos comunitarios para atender la pandemia. “A estas alturas tenemos 11 ejercicios organizativos conformados con jóvenes en su mayoría, quienes están haciendo trabajo desde las comunidades para hacer conciencia sobre el peligro del coronavirus».
Miranda dice que desde las comunidades se está trabajando en la creación de conciencia y medidas preventivas para que la ciudadanía tenga los conocimientos básicos de cómo evitar contaminarse.
Respuesta del Estado
Los primeros casos de coronavirus en el departamento de Colón se registraron en el municipio de Santa Fe, poblado mayoritariamente por comunidades garífunas.
Miranda explica que, la respuesta del Estado ha sido la misma que en otras regiones del país, con muy poca capacidad de atender los casos. “No hay infraestructura en ninguna parte. Nos preocupa no solo el hecho que la gente se puede infectar, sino que la respuesta que se puede obtener del Estado es nula. Aquí no existe la capacidad, ni el equipamiento a nivel de comunidades para atender cualquier foco de infección. No existen las herramientas, la gente ha tenido que elaborar sus propias mascarillas, por ejemplo”, expresa Miranda.
Miranda cree que lo único ha hecho el gobierno es cerrar la circulación entre las carreteras, pero adentro de las comunidades no existe ninguna medida de prevención que haya sido implementada por el Estado. “Hay que organizarnos desde las comunidades porque si esto crece, si esto aumenta, si hay más número de personas infectadas, morirá mucha gente y nosotros tenemos que garantizar que no vayamos a alcanzar es niveles altos de muertes”, expresa.
La luchadora cuenta que, en comunidades como Triunfo de la Cruz en Tela, Atlántida, la población garífuna se ha organizado de tal manera que unos están restringiendo la entrada, y otros desde sus hogares están contribuyendo a construir material de bioseguridad.
Además, se ha comenzado a distribuir remedios naturales que han sido prácticas ancestrales del pueblo garífuna para incrementar las defensas del cuerpo.
Impacto económico
La economía de las comunidades garífunas se basa mayoritariamente en el turismo a pequeña escala. El mes de marzo y abril es la temporada donde las comunidades reciben mayor cantidad de visitantes debido a la temporada de verano, sin embargo, este año a raíz del COVID-19, la situación es totalmente distinta.
Miriam Miranda dice que, el efecto económico es un bastante grave y será aún más en las próximas semanas para las comunidades garífunas. “El tema de la alimentación es una cuestión terrible. Las comunidades más cercanas a las ciudades ya están teniendo un efecto gravísimo porque no hay manera de cómo comprar alimentos. Es por eso que hemos insistido en la importancia de comenzar a cultivar nuestras tierras”, puntualizó.
A través de un comunicado Miriam Miranda invitó a las comunidades garífunas a organizarse. A realizar un registro con las personas que tienen problemas crónicos de salud. También motivó a identificar a las personas están en riesgo de no tener comida, porque de esa forma se harán gestiones para garantizar el sustento a los más necesitados.
Fuente y foto :radioprogresohn.net