Dos prisioneros políticos de Honduras fueron liberados tras 18 meses en cárcel militar de máxima seguridad
Durante 18 meses, dos importantes líderes sociales hondureños, Edwin Espinal y Raúl Álvarez, estuvieron detenidos en la cárcel militar La Tolva. Ellos son acusados de daño a la propiedad privada y uso de material explosivo durante las protestas contra el fraude en las elecciones presidenciales de 2018. Los abogados reclaman su inocencia y además denuncian que estas acusaciones no justifican la prisión preventiva en una cárcel de máxima seguridad.
Las condiciones de vida y carcelarias en La Tolva son inhumanas. Tenían solamente derecho a 2 horas al mes al exterior de la celda, acceso restricto al agua y sin posibilidad de comunicación con sus familiares.
Los abogados hicieron varias solicitudes de traslado a otra cárcel y para la revisión de las medidas cautelares El 5 de agosto, Edwin y Raúl comenzaron una huelga de hambre para presionar a las autoridades. Integrantes de movimientos sociales se unieron a la huelga en solidaridad.
El sábado 10 de agosto, el juez anuló la prisión preventiva para ambos, permitiendo la espera del juicio y de la sentencia en libertad.
Bajo mucha represión, movimientos sociales han tomado las calles de varias ciudades contra la privatización del sector público de salud, de educación y por la liberación de los prisioneros políticos. Se exige también la salida de Juan Orlando Hernández, acusado de corrupción y de estar involucrado con el narcotráfico.
Desde que empezó su gobierno en el año 2018, con apoyo de Estados Unidos y Canadá, Honduras ha pasado por una de las peores crisis de su historia. La miseria y violencia han llevado millares de personas a dejar su país.
El caso de Edwin y Raúl es una victoria, pero la lucha del pueblo hondureño está lejos de terminar