Publicado por Susana Rodríguez, Perimetral, el 16 de octubre 2023.
Aceptar la creciente iniciativa del Estado Mexicano por promover la explotación de litio como un bien nacional que fortalecerá la “soberanía” sería dejar entrar una amenaza más para generar zonas de sacrificio, despojo de los pueblos y destrucción de los territorios, dijo en entrevista a Perimetral Grecia Eugenia Rodríguez Navarro, representante del Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas (OCMZac) y de la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería (REMA)
De frente al riesgo latente de la explotación de este mineral, la red mexicana elaboró el Informe Explotación de Litio en México ¿Interés público o extractivismo trasnacional? (2023) en el que ubican como territorios con mayor riesgo de ser afectados, los estados de Baja California, Sonora, San Luis Potosí y Zacatecas.
“En aras de la falsa transición energética impuesta por el norte global que traerá consigo problemas socioambientales y va a generar más zonas de sacrifico en el país con un discurso que en realidad apunta a la dependencia y emplea el despojo de los pueblos y la destrucción de los territorios a favor de un modelo extractivo público-privado en medio de una crisis ambiental y desigualdad» Grecia Rodríguez
“Exploración por litio”
Según este informe, en agosto de 2021 a nivel federal la Secretaria de Hacienda destinó 49.3 millones de pesos para el Programa y Proyecto de Inversión (PPI) del Servicio Geológico Mexicano denominado “Exploración por litio” para los años 2021 y 2022.
El objetivo era identificar la calidad y cantidad de litio que aparentemente se encuentra en 82 localidades de 17 estados.
Hasta febrero del 2022, en el caso de Jalisco se habían explorado tres localidades, Jalostotitlán, Atoyac y Tlajomulco de Zuñiga y existían otras siete con posibilidades de tener litio. La totalidad de muestras ubicadas en esta zona fueron 106 tipo arcilla, que según especialistas su explotación es más costosa que en roca o salmuera.
A finales de octubre de 2022, Perimetral tuvo una conversación con un integrante de la comunidad wixárika y tepehuana de San Lorenzo de Atzqueltán, en el municipio de Villa Guerrero, una zona que ha vivido entre amenazas y explotación.
Esta comunidad en esa fecha (octubre 2022) tenía vigentes nueve juicios agrarios para obtener la restitución de 38 mil hectáreas y 30 denuncias de agresión incluidas en una queja presentada ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco.
Por aquellos días, la población indígena vio a personas ajenas rondar su territorio y algo llegaron a escuchar que decían del litio.
Una empresa, segura? Y un panorama incierto
De acuerdo a la información recabada en el informe de la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería (REMA), el único proyecto de explotación de litio más avanzado es Sonora Lithium, de la empresa china Ganfeng Lithium, que se encuentra en el municipio de Bacadéhuachi en Sonora.
Este proyecto cuenta con nueve concesiones vigentes hasta 2060-2065 y tiene concesionada por CONAGUA 1 millón 919 m3 por año, según este informe.
Sobre esta iniciativa de explotación de litio, la investigación periodística “Sueños y mentiras en la fiebre del Litio” realizada por Saúl Sánchez Lemus y Jeniffer González, profundiza en su realidad y afectaciones.
En el documento elaborado por REMA, se hace referencia a declaraciones hechas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 16 de enero del 2023, en relación a que en febrero pasado se entregarían las primeras concesiones a la empresa paraestatal LitioMx en la zona de La Ventana.
La misma área donde está actualmente desarrollándose el proyecto privado de Bacanora, que de acuerdo a información publicada en medios nacionales podrían quitarle las concesiones que está manejando.
«Empresas Junior»
Hay otros proyectos que registran avances menos significativos y están impulsados por “empresas mineras junior” con poco capital financiero y tecnológico, lo cual no significa que dejen de representar un riesgo.
- Proyecto Elektra de Tockland Resources, con 4 concesiones para una superficie de 41,818 hectáreas.
- Proyecto Salar del Diablo, de la empresa One World Lithium. Entre 2019 y 2021 iniciaron exploración a través de perforaciones. Los ejidatarios/as se enfrentaron a la empresa y esta para solucionar se trasladó 16 kilómetros al norte para hacer perforaciones. Sin embargo, según información recabada para el informe al parecer los resultados de sus análisis mostraron poca concentración de litio, lo que vuelve inviable económicamente la explotación.
- La empresa Organimax Nutient Corp. tiene cinco concesiones vigentes, con una superficie total de 22.1 mil hectáreas, para explotar 16 salares en la zona fronteriza entre Zacatecas y San Luis Potosí. En 2021 la empresa cedió algunos derechos de concesión a la canadiense Advance Gold Corp. para proyectos de litio en 13 salares. En diciembre de ese año, la compañía cambió de nombre a Advance Lithium Corp.
- Organimax Nutrient Corp. cambió de nombre a Silver Vally Metals Corp y se quedó con 3 proyectos en salares: La Salada, Sta. Clara y Caliguey con una superficie total de 4,059 has.
Además de estos, existen en México otros 36 proyectos de empresas privadas en análisis.
“Estamos a la expectativa de los otros proyectos en manos de 10 empresas extranjeras y en la respuesta del Estado Mexicano, las preguntas son, ¿Habrá expropiación? ¿las empresas se van a asociar con el LitioMx?”, argumentó Grecia.
“La minería del litio en el cuerpo de las mujeres”
Tanto en México como a lo largo de América Latina, la presencia de las mujeres en la lucha por el territorio ha marcado una diferencia decisiva.
Los efectos de la explotación minera en México han dejado ya sus estragos en los cuerpos de mujeres y hombres y desde esta experiencia es que las y los defensores de la tierra se oponen de manera categórica a la explotación del litio.
“Los daños de la minería podemos categorizarlos en ambientales, sociales, económicos, comunitarios, familiares, a la salud física y también mental, entre otros, pero también tenemos las graves violaciones a los Derechos Humanos”, dijo Grecia Rodríguez.
La explotación del litio ha sido marcada por las grandes cantidades de agua -aún mayores que en la minería tradicional- de la que hace uso.
“Las mujeres, en la mayoría de los territorios son las encargadas de los cuidados y la faena doméstica, la minería de litio, es minería de agua que requiere al menos 2 millones de litros de agua para producir una tonelada de litio. Esa agua ya no puede recircular por la cantidad de químicos residuales que contiene. El agua que es indispensable para los cuidados, la reproducción y producción de la vida se vuelve uno de los elementos centrales en el rechazo a la minería de litio” agregó la activista , defensora del territorio
Una advertencia latente
Justo sobre este tema, la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras realizó en días pasados el conversatorio Despojo y violencias: Litio, una disputa por la VIDA donde participaron mujeres desde la academia y sobre todo desde la defensa de la tierra, en los tres países más afectados por la explotación de Litio en Latinoamérica. En Bolivia, Argentina y Chile se encuentra el 58% del litio en el mundo
Ellas son Maristella Svampa, investigadora y socióloga argentina e Integrante del Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur; Erika Cañil, integrante de la comunidad Pozo Colorados de Jujuy; Margarita Aquino, Coordinadora de la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra – Bolivia y Elena Rivera, integrante de la Comunidad Indígena Colla de Copiapó en Chile.
Desde la perspectiva de Maristella la verdadera transición energética debería ser “socioecológica integral” y no una visión única corporativa neocolonial e insustentable.
Pues esta visión genera o recrudece la desigualdad que ya existe porque son solo algunas empresas, las más grandes y adineradas, las que tienen bajo su control el manejo de las “energías verdes”.
Para la académica, la justicia climática debe ser geopolíticamente justa, es decir que incluya un equilibrio entre la justicia social y ambiental.
De lo contrario sólo se están creando nuevas formas de “colonialismo o extractivismo verde” que amplían zonas de sacrificio, propician desplazamiento y criminalización de las poblaciones y destrucción de los ecosistemas.
La ruta de la minería y la trata
«Sin duda minería y ausencia de democracia están muy relacionadas.
En esa línea, esos territorios masculinizados también generan procesos de reforzamiento del patriarcado. La trata, la prostitución siguen la ruta de la minería en América Latina, hoy en día además el fenómeno de la trata es un fenómeno social que encontramos en todas las sociedades y se exacerba en contextos extractivistas con lo cual tenemos que se duplica la violencia sobre el cuerpo de las mujeres y se destruye el tejido comunitario.
Este es uno de los efectos que vamos a ir viendo si esto se consolida en términos de avance de la transición verde porque no viene solo con el litio, viene también con la explotación de más minerales y ya no vendrían en nombre del extractivismo depredatorio, sino ahora, en nombre de la transición verde.
Ese es el panorama, de mucha criminalización, reforzamiento del patriarcado, la violencia sobre el cuerpo las mujeres, en una región digamos en la cual se asesinan más activistas y defensores de la naturaleza», Maristella Svampa, investigadora y socióloga argentina e Integrante del Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur.
¿Para qué los derechos si no se van a cumplir?
«Toda la Argentina está viviendo este problema de las mineras por que no están siendo consultadas las comunidades y nosotros estamos mucho más peor, en Salinas ya son muchos años de lucha y seguimos no se están respetando los derechos y eso es lo que más nos duele, ¿para qué se hacen derechos si no se la van a cumplir?.
Entonces es muy complicado, está habiendo muchos -generalizando me refiero- despojos de tierras, más los hermanos de Caspalá, todo esto porque sabemos que la reforma directamente atenta contra el agua, atenta contra nuestra forma de vida, nuestra forma de vida de poder vivir desde la misma tierra, plantamos, producimos, tenemos nuestra propia economía regional.
En Salinas Grandes donde vivo yo, nosotros hemos armado circuitos turísticos, está el Ojo del Salar que es una vertiente de agua dulce y tiene muchos microorganismos que son milenarios hace millones millones de años que se formó Salinas Grandes y es como que si vienen contra un salar que tiene litio, se va a destruir todo», Erika Cañil, integrante de la comunidad Pozo Colorados de Jujuy .
«Nos están cambiando por baterias de litio»
«Nosotros estamos convencida que esta estrategia nacional del litio solo está respondiendo a intereses y cuestiones económicas, que se basan en la urgencia que estamos pasando económicamente en Chile, esta crisis económica que vivimos la quieren venir a solucionar con esta estrategia.
Esto también hace que se respondan a intereses empresariales y por lo consiguiente solamente al norte global, ya que nosotros no vamos a ver nada, ni siquiera vamos a a saber en qué se usa todo el extractivismo, todo el litio todo esto que se está usando para sustentar una crisis económica dentro del país y y para las demás empresas.
Nosotros vemos de igual manera que están muy apurados para hacer esta explotación y estas exploraciones en los distintos salares, lagunas que hay acá en el sector sin evaluar los riesgos y las posibles afectaciones que hay para nosotros como comunidades y para todo la ciudadanía, porque si bien es cierto alrededor del salar vivimos seis comunidades indígenas, esto igual conlleva a un daño colateral que va a ser para la ciudad de Copiapó, para la gente que vive en el sector, porque las aguas están todas interconectadas, aunque digan que no.
Y decir también que las comunidades que colindamos acá en el sector ya nos estamos viendo afectados y nos estamos viendo sabiendo que va a ser un territorio sacrificado, no sabemos el porqué nos están cambiando por autos, por baterías de litio.
Es algo que para nosotros es irrisorio que una cultura tenga que morir por prevalecer y querer dar urgencia a una parte económica donde solamente el beneficiario es la parte global norte del mundo», Elena Rivera, integrante de la Comunidad Indígena Colla de Copiapó en Chile.
«Porque no nos dan información, no visibilizan, no socializan cómo va a ser la explotación del litio a las comunidades, tampoco se respetan los tratados internacionales, no hay consultas a los pueblos indígenas, el Tratado de la OIT, la 169, por esa razón nosotras como mujeres indígenas estamos preocupadas. Porque como más nos van a contaminar, si nosotros ya vivimos la violencia medioambiental contra las mujeres indígenas en nuestros territorios, como mujeres indígenas originales campesinas denunciamos que no hay información y experiencia desde el Estado, no nos informan, no nos socializan cómo va a ser el impacto de la explotación de litio. Nosotros sabemos cómo es la explotación de la minería, ya hemos vivido esa violencia medioambiental contra las mujeres indígenas, la que trae la violencia psicológica, violencia sexual inclusive cuando las mineras se asientan en nuestras comunidades, cuando las mineras traen foráneos a trabajar a nuestras comunidades hay violencia sexual a las jovencitas, todo este daño queda impune porque somos pueblos indígenas y no podemos reclamar nuestros derechos, porque así es la minería cuando ingresa en tu comunidad. Como mujeres indígenas nosotros pensamos que nos van a seguir violando nuestros derechos, violando los derechos de la Madre Tierra» Margarita Aquino, Coordinadora de la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra – Bolivia
Colonialismo y extractivismo verde
Con el boom de transitar de los combustibles fósiles a las energías limpias, nuevamente los grandes capitales internacionales se han apoderado del proceso, de esto han dado cuenta ya personas de la academia y activistas.
En el caso del Litio, el principal ejemplo está en la zona del “Triángulo del litio” – que abarca los países de Chile, Argentina y Bolivia- los que ya están padeciendo los efectos de la explotación de este mineral a manos de empresas extranjeras.
Esta experiencia resulta un antecedente valioso que en México -documentado como uno de los países más peligrosos para quienes defienden el territorio- está ocupando y preocupando a las organizaciones civiles y a las comunidades que pudieran ser los centros de principal explotación.
“Ante la situación de México es importante seguir poniendo el tema y ver las experiencias de Bolivia, Chile y Argentina para darnos cuenta de que todas esas promesas de desarrollo, abundancia y progreso son una farsa, Bolivia siendo el mayor depositario de las reservas de litio en el mundo, después de 16 años no ha podido acceder a la explotación industrial y quienes están haciendo la extracción son empresas privadas extranjeras”, argumentó Grecia Rodríguez.
Fuente: https://perimetral.press/litio-una-puerta-hacia-el-sacrificio-de-los-pueblos/