21 DICIEMBRE, 2015
Introducción
El extractivismo es una forma de organizar la economÃa basada en la explotación de los bienes naturales que lleva a una reprimarización de las economÃas. Es un retorno a la explotación de materias primas como sustento de la economÃa nacional. Implica la reorganización de la polÃtica, las leyes, la cultura y hasta los imaginarios sociales (la forma como nos vemos y vemos a los demás) de tal manera que estos cambios terminan por favorecer a las actividades extractivas. El extractivismo en América Latina se ve reflejado en un incremento de la explotación de los bienes mineroenergéticos y las agroindustrias. Los gobiernos de la región que profesan el neoliberalismo, se apoyan en gran parte sobre la lógica extractivista para beneficiar a su pequeña élite y en detrimento de las condiciones de vida de las mayorÃas. Sin embargo, aunque parezca sorprendente, los llamados gobiernos progresistas de Bolivia, Ecuador y Venezuela también han construido sus economÃas nacionales alrededor de la lógica extractiva, con el fin de incrementar sus recursos públicos para la inversión social.
El modelo económico del extractivismo tiene graves implicaciones para las comunidades que habitan en las zonas donde se desarrolla, como también sobre el ambiente que es transformado y destruido en los procesos de exploración y explotación.
Nos oponemos a la minerÃa en nuestro territorio. La minerÃa ancestral no existe para nosotros. Aprendimos hacer minerÃa de los españoles, pero no era nuestra tradición, ni para acumular, ni para la riqueza. El oro y el petróleo no son riquezas, son la sangre de la madre tierra, es la vida que corre. Es parte de un sistema respiratorio y nuestros mayores defendÃan esos espacios.
Hay espÃritus por debajo de la tierra que la defienden. Ahora por la actividad minera, la vida está en peligro de extinción. El agua tiene vida, la piedra tiene vida, la madre tierra nos habla, pero no la escuchamos.
Palabras del pueblo Misak durante la escuela para la defensa del territorio Adelinda Goméz