Mientras se realizaba la primera ronda de negociación del Tratado de libre comercio (TLC) entre la Unión Europea y Colombia, Ecuador y Perú, un conjunto de organizaciones sociales discutieron sobre las consecuencias de la firma del mismo, organizaron actividades, con el fin de difundir entre la opinión pública las implicaciones de esta negociación y evidenciar el desacuerdo de importantes movimientos sociales con el contenido, cronograma y forma en que se está negociando.
Las organizaciones participantes fueron: Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Asociación de Usuarios Campesinos de Cundinamarca, Campaña Comercio con Justicia: mis derechos no se negocian, Confederación General del Trabajo, Central Unitaria de Trabajadores, Federación Colombiana de Educadores, Gran Coalición Democrática, Organización Colombiana de Estudiantes, Plataformas del Techo Común: Alianza de Organizaciones Sociales y Afines, Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio, Salvación Agropecuaria, Sinbienestar
Durante la semana, se realizaron varias actividades. La primera fue el Foro internacional: Los Tratados de Libre Comercio con la Unión Europea: lo que no se ha dicho, donde se abordó la problemática desde el ámbito académico, político y social.
Uno de los expositores fue el académico Germán Umaña, quien sostuvo que el TLC con Europa es igual al TLC con EEUU. Es preocupante que ni siquiera Colombia y Perú negocien juntos y que solo se está avanzando en el tema comercial. El tema de derechos humanos no está presente en las negociaciones y de firmarse el acuerdo las normativas que rigen las migraciones se endurecerían.
Germán Holguín, de Misión Salud, consideró que en materia de propiedad intelectual este tratado es peor del que se negoció con EEUU y habría un importante impacto en la salud pública, pues se fortalecería el monopolio de la industria farmacéutica multinacional, y reduciría la oferta de medicamentos genéricos, los cuales representan el 67% del mercado nacional y cuestan entre 4 y 35 veces menos que los de las multinacionales.
Así mismo, se concluyó que este proceso entraña el fin de la CAN como proceso de integración, pues en los TLCs bilaterales, los países de la CAN optaron por debilitar el marco legal comunitario.
En cuanto a los aspectos comerciales, se recordó que el intercambio entre las dos regiones es desigual: mientras los países andinos exportan productos primarios como café, carbón, ferroníquel y banano, importan de la UE maquinaria y equipos e industria básica y liviana. Además, las empresas europeas en la región controlan el comercio mayorista, el sistema financiero y los servicios públicos domiciliarios y tienen fuerte influencia en el sector farmacéutico.
Los TLC sientan un precedente geoestratégico para la expansión de la UE, asegurando para sí privilegios en materia de propiedad intelectual, aseveró Luis Jorge Garay.
La senadora Cecilia López aseguró que el TLC con la UE es una negociación política que pretende avalar un modelo que tiene muchos problemas, entre ellos el de violaciones de derechos humanos que aún no han sido aclaradas. Para ella el aislamiento del gobierno actual del contexto mundial tiene un costo muy alto en términos de lo que se pueda negociar.
El senador Jorge Enrique Robledo también consideró que "si el gobierno (colombiano) logra negociar rápido con la UE, genera un precedente con Estados Unidos que haría que sectores del Congreso estadounidense vean con mejores ojos el TLC". Así, la estrategia del mandatario ha sido "comprar apoyo internacional con concesiones comerciales".
Así mismo, reflexionó acerca de la posibilidad de detener los tratados que perjudican a la población, como lo evidencia el estancamiento de la firma del TLC con EE.UU. e invitó a realizar actividades desde las organizaciones sociales para detener el tratado con la UE.
También participaron Paulina Muñoz, representante de Ecuador Decide, quien explicó la situación del gobierno ecuatoriano que ha decidido negociar con la UE, sin incluir los temas de Singapur, y Alejandra Alayza, de la RedGE de Perú, analizó la situación de su país, donde se han firmado siete TLCs y se está empezando a aplicar el firmado con EE.UU.
En la tarde tuvo lugar un debate entre las organizaciones participantes y al final de la jornada se expidió una declaración en la que se rechazó el doble discurso de la UE, la imposición del modelo liberalizador y las políticas desintegradoras de Colombia y Perú y se propuso la finalización de las negociaciones, el replanteamiento de las políticas comerciales de la UE y los países andinos y el esfuerzo por mantener los procesos de integración en el marco de la CAN.
El miércoles 11 las organizaciones sociales participaron en un informe del jefe de la negociación y expresaron sus preocupaciones sobre el acuerdo y el proceso de negociación.
1. En primer lugar, se llamó la atención sobre la falta de estrategia negociadora y la ausencia de una matriz de intereses, al considerarse el TLC de EE.UU. como el piso de estas negociaciones.
2. Se manifestó preocupación ante la insistencia del gobierno colombiano en defender el libre comercio como política de desarrollo a pesar de la actual crisis global, en la cual tanto las potencias como los países emergentes están reevaluando sus políticas comerciales y adoptando el proteccionismo.
3. Se cuestionó al gobierno nacional porque hasta la fecha no se han realizado estudios de impacto sobre este acuerdo. A pesar de que el jefe negociador informó que sí había estudios de impacto elaborados por el Departamento Nacional de Planeación, las organizaciones sociales no tienen conocimiento de ninguno de ellos y hasta la fecha –si existen- no han sido publicados en su página web.
4. Se expresó preocupación por el desconocimiento frente al endurecimiento de las reglamentaciones migratorias recientemente adoptadas por la Unión Europea, que constituyen un enorme riesgo para las colombianas y colombianos que actualmente viven en ese territorio y aportan su fuerza de trabajo a sus economías.
5. Se llamó la atención sobre la no inclusión del tema de género y la calidad de empleo para las mujeres en el marco de la negociación.
6. Se exigió al gobierno nacional considerar los impactos que el tratado de libre comercio tendrá sobre las minorías étnicas y hacer las consultas previas que define la ley.
7. En el evento, las organizaciones sociales denunciaron la ausencia de espacios efectivos de participación para la sociedad civil y la falta de información previa, en detalle y de calidad que se requiere en este tipo de negociaciones, donde están en juego valiosos intereses nacionales. La información brindada hasta el momento no permite un análisis profundo de lo que se está negociando.
Las organizaciones sociales que siguen el proceso de negociación del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea estarán atentas de que el gobierno nacional, cumpla los compromisos adquiridos en este encuentro, en el sentido de presentar a la sociedad colombiana los estudios de impacto, ampliar los espacios de participación y brindar información oportuna y en detalle del proceso de negociación.
Al mismo tiempo, se desarrolló un plantón en las afueras del hotel La Fontana, donde las organizaciones participantes manifestaron sus cuestionamientos al tratado a través de actos simbólicos y entregaron información a la comunidad.