Organizaciones sociales recuerdan primer año del «Baguazo»
Viernes, 04 de Junio de 2010 16:37
Bagua
Un año. Este sábado 5 de junio se cumple el primer aniversario del desalojo de manifestantes indígenas en la Curva del Diablo (Bagua, Amazonas) en el que murieron 9 civiles y 12 efectivos de la Policía, y al día siguiente se cumplirá también un año de la reacción violenta en la Estación 6 del Oleoducto Norperuano en la que fueron asesinados 12 efectivos policiales. Dolorosos hechos que tuvieron lugar a dos meses de iniciado el segundo paro nacional amazónico en rechazo a un paquete legislativo que promovía un ingreso agresivo de inversiones privadas en territorios de las comunidades indígenas. Este aniversario ha convocado a las organizaciones nativas y a activistas de todo el país a convocar jornadas de reflexión, protesta y movilización.
Para el Gobierno de Alan García, sin embargo, esta no parece ser una fecha para la reflexión. Mediante Resolución Suprema Nº 015-2010, el Gobierno peruano estableció que este 5 de junio se celebrará el “día del ron peruano”. Desatino y muestra de desprecio que no merece mayores comentarios. Hasta las empresas productoras de ron han tenido más tino y han postergado la “celebración” en solidaridad con las víctimas de los enfrentamientos.
Las organizaciones indígenas y otros movimientos sociales han convocado a una serie de actividades para recordar esta fecha. En Bagua, la conmemoración se inició hoy jueves 4 con un foro y conferencia de prensa sobre el derecho a la consulta y la criminalización de la protesta social. Por la noche, rondas campesinas procedentes de Jaén y miles de indígenas y mestizos que ya están en Bagua se darán el encuentro en la famosa “curva del diablo” en la carretera Fernando Belaunde, donde realizarán una vigilia y el día de mañana también tendrán lugar actividades conmemorativas en las que participará también el padre del mayor Felipe Bazán, desaparecido y presuntamente muerto durante los enfrentamientos de hace un año. El líder de AIDESEP Alberto Pizango también participará de dichas actividades. En Lima, el mismo sábado 5 se realizará un pasacalle y un acto cultural en Plaza Francia, y el 8 de junio una marcha llegará a las inmediaciones de la 40 Asamblea de la OEA, que coincidentemente se realiza en nuestro país. Además, comunidades indígenas de todo el país realizarán paros y movilizaciones el 5 de junio.
A un año del llamado “baguazo”, es innegable que los pueblos indígenas han ganado un espacio político que antes no tenían, han irrumpido en la vida de una república que los ha excluido sistemáticamente. El mejor ejemplo de ello es la aprobación de la Ley de la Consulta Previa, que obliga al Estado a consultar con las comunidades nativas sobre cualquier medida que pueda afectarles directamente. Este derecho estaba garantizado desde 1994 por el Convenio 169 de la OIT, ratificado por el Perú, pero nunca se había aplicado y su violación al momento de dictar 11 decretos que afectaban la amazonía fue el detonante de la protesta indígena. Si esta ley es promulgada y aplicada, lo que aun está pendiente, entonces el modelo de desarrollo que impulse el Estado tendrá que ser negociado con las comunidades y no se podrá simplemente imponer actividades que afecten el modo de vida y la cultura de los pueblos indígenas. Otros logros han sido el retorno del INDEPA a la PCM y la formulación de una serie de documentos conjuntos como parte de las mesas de diálogo formadas luego del “baguazo”, que establecen bases para las políticas forestales y de desarrollo en la amazonía.
Sin embargo, pese a estos logros, persisten actitudes de racismo y de desprecio contra los pueblos indígenas y sus instituciones. Ejemplo de ello es el desatino presidencial referido al “día del ron”. Pero además, en los últimos días, se han realizado agresiones y manifestaciones anónimas de rechazo a Alberto Pizango, presidente de AIDESEP, quien es acusado por un sector de ser el “culpable” de los hechos de Bagua. En días pasados, un pequeño grupo tiró botellas y verduras en el local de AIDESEP, y hoy viernes aparecieron algunos carteles acusando a Pizango de “asesino”.
En tanto, los hechos del 5 y 6 de junio dieron lugar a numerosos procesos judiciales que implican a un centenar de civiles y a los principales líderes indígenas de AIDESEP, mientras los casos abiertos contra los generales de la Policía que dirigieron el desalojo, Javier Uribe y Luis Muguruza, fueron declarados “inconsistentes” por el Poder Judicial.
Cabe recordar que hoy, viernes 4 de junio, es también el primer aniversario del Frente por la Vida y la Soberanía, FRENVIDAS, instrumento político-social nacido como una alianza entre el movimiento indígena amazónico, organizaciones campesinas del mundo andino, las centrales sindicales, una serie de partidos políticos de izquierda y diversos grupos juveniles y estudiantiles. Con un cierto protagonismo inicial, el FRENVIDAS fue debilitándose, según algunos, por la búsqueda de protagonismo de grupos políticos en un espacio que era antes que nada social, según otros por el burocratismo de los principales líderes, y según algunos más porque la amplitud de la alianza no fue asumida como real por la mayoría de actores de la misma. El funcionamiento y rol del FRENVIDAS en adelante es un debate que seguramente tendrá lugar.
Aún está pendiente lograr que, efectivamente, los acontecimientos de Bagua signifiquen un antes y un después en la relación entre los pueblos indígenas y el Estado. Para ello será necesario forjar políticas realmente interculturales que sirvan para que la acción del Estado sea resultado de un diálogo entre pueblos y no de la imposición etnocéntrica de valores y formas de ver la economía y los recursos naturales.