Una pequeña reflexión con motivo del Día de las madres

Este domingo, para celebrar el día de la madre, cientos de ramos de flores serán comprados con el fin de expresarle a cada una de nuestras madres todo nuestro amor y reconocer su importancia para cada uno de nosotro(a)s. Este gesto obedece a una costumbre muy expandida, expresar nuestros sentimientos con flores.

Sin embargo, es importante detenernos a pensar por un momento en el proceso de producción detrás de cada flor, así como en el trabajo de los hombres y las mujeres gracias a los cuales podemos disfrutar de la belleza y el aroma de ese regalo que cobra una especial importancia en ocasiones como este domingo.

La mayoría de las flores cortadas que son comercializadas en Canadá provienen de países con condiciones de trabajo difíciles, la mitad de ellas vienen de Colombia, país que actualmente ostenta el segundo lugar como productor mundial de flores después de Holanda y donde se están ocasionando impactos ambientales irreversibles como la desaparición del 50% de las fuentes de aguas subterráneas, la utilización intensiva de pesticidas que deterioran el suelo y  los cambios en la utilización del mismo, ya que no se destina (como antes) a la producción de alimentos sino a la producción de un bien de lujo.

70% de los empleados son mujeres de las cuales el 95% son madres, para ellas el día de la mujer tiene otro significado, el de satisfacer la demanda de flores colombianas que se hace para esta fecha y que hacen más difíciles sus condiciones de trabajo: jornadas de 12 horas (algunas veces con posibilidad de horas suplementarias), exposición a pesticidas y productos químicos y variaciones extremas de temperatura que pueden generar diferentes afecciones como conjuntivitis y alergias, además de tareas repetitivas que causan tendinitis y síndrome del túnel del carpo así como problemas de columna vertebral debidos a que toda la jornada deben permanecer de pie.

El día de la madre debe ser entonces una fecha para reflexionar sobre los esfuerzos y sacrificios de las madres productoras de flores en Colombia con el fin de tomar conciencia sobre sus condiciones de vida y de trabajo; ya que el tiempo que ellas consagran a la producción de flores es un tiempo que no comparten con sus hijos, especialmente en las fechas en las que es necesario cumplir con cuotas más altas de producción.

Paradójicamente, la celebración del día de la madre para ellas significa un aumento de su carga de trabajo así como una vulneración de sus derechos. Detrás de cada flor que será comprada en el marco de esta celebración se esconde la historia de cada una de estas madres por las cuales estamos trabajando para lograr la reivindicación de sus condiciones laborales y hacer que estas sean mucho más decentes y dignas.