Los 36 años del conflicto armado interno en Guatemala dejaron muchas heridas abiertas en el seno de la sociedad. Para que el pueblo guatemalteco pueda conquistar la paz, es necesario que se brinde justicia y reparación a las víctimas, sobrevivientes y familiares por las violaciones a los derechos humanos cometidas en aquella época por el Estado. No hay otra reconciliación posible.
Tras la firma del acuerdo de Paz, jefes de Estado que ocuparon los sucesivos gobiernos militares en ese periodo por mucho tiempo negaron la implicación de las fuerzas de seguridad del Estado en crímenes de lesa humanidad.
Sin embargo, poco a poco salen a la luz pública documentos y testigos que contradicen esa afirmación.
El Comité por los derechos humanos en América Latina, CDHAL, tuvo la oportunidad de hablar con el defensor de derechos humanos Paulo René Estrada, actual vicepresidente de la Asociación Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala, FAMDEGUA.
La familia de Paulo también fue víctima del terrorismo de Estado. Durante el gobierno de Mejía Víctores, el papá y el tío de Paulo desaparecieron. Durante años se siguió la búsqueda por verdad. Hasta que en 1999 apareció el Diario Militar.
Paulo, ¿por qué es importante este documento?
(Paulo) El documento da fe de la represión Estatal de la dictadura de Oscar Humberto Mejía Víctores, desde 1983 a 1985 el documento relata cómo la inteligencia militar vigiló, persiguió, capturó a varios miembros del partido guatemalteco del trabajo y de las organizaciones revolucionarias. Durante esa misma época el mismo Mejía Víctores que era jefe de Estado, negó que hubiera habido una implicación de las fuerzas de seguridad del Estado en dichas violaciones a los Derechos Humanos. Sin embargo, 15 años después de los hechos se hace público este documento, el cual nos confirma los hechos que habían sucedido.
Las denuncias que habían interpuesto los familiares de las víctimas, que no habían fructificado, y también nos da esperanza, abre un nuevo camino de esperanza para la búsqueda de la justicia y sobretodo para la reconstrucción de la memoria en Guatemala.
Según datos ampliamente difundidos, el conflicto armado interno resultó en 200 mil muertes y 45 mil personas desaparecidas. Son números aterradores.
(Paulo) El concepto de enemigo interno fue un concepto muy amplio. Entonces todas las personas que estuvieron en contra de lo que decía la dictadura eran catalogadas como enemigos internos. Entonces allí desde estudiantes de educación media, desde movimiento universitario, estudiantil, autoridades de las universidades, y también catedráticos y profesores de educación media, sindicalistas, movimiento campesino, movimiento indígena, hasta los religiosos fueron catalogados como enemigos internos. Entonces por eso fueron perseguidos y eso es importante resaltar, a qué nivel llegó eso. Casi la mayoría de la población guatemalteca era catalogada como enemigo interno.
Desde hace más de 25 años, FAMDEGUA acompaña a sobrevivientes de masacres y familiares de las personas detenidas-desaparecidas en su búsqueda por la verdad y la justicia en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el conflicto armado interno. En el campo jurídico nacional e internacional, FAMDEGUA ha alcanzado sentencias históricas. En 2009, por ejemplo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado guatemalteco por ser responsable de las violaciones cometidas por el ejército en la masacre Las Dos Erres, ocurrida en el 1982.
Las Dos Erres era una comuna de campesinos ubicada en la selva del Petén, en el norte de Guatemala. En diciembre 1982, más de 50 miembros de las Fuerzas Armadas Especiales de Guatemala violaron a mujeres y asesinaron a 200 personas, incluyendo hombres, mujeres y niños de dicha comunidad. Hasta hoy, muy pocos miembros de las fuerzas armadas fueron condenados.
CDHAL: En marzo de 2020, un nuevo evento impulsó el juicio de más de un militar involucrado en ese caso emblemático de la masacre de las Dos Erres. Tras casi 40 años de espera, Gilberto Jordán, ex miembro de las fuerzas especiales de Guatemala, fue finalmente deportado de los Estados Unidos. ¿Qué ha pasado desde que él se encuentra en suelo guatemalteco? Y qué se espera que pase?
(Paulo) En cuanto el caso de Las Dos Erres se han realizado en este contexto de pandemia del Covid-19 por lo menos cuatro audiencias, en las cuales las partes procesales se pronunciaron en cuanto a la imputación realizada por el ministerio público quien imputó al ex-miembro de las fuerzas elites kaibiles del ejército guatemalteco de cometer más de 50 asesinatos y deberes contra la humanidad.
Esta persona fue deportada de Estados Unidos a principios de marzo y había estado pendiente que se llevarán a cabo las audiencias mencionadas debido a que la pandemia paralizó todos los primeros meses, de marzo a junio. Sin embargo, ya para finales de octubre, se había quedado calendarizada la entrega del acto conclusivo y para el otro martes 17 noviembre, está agendada la audiencia de discusión de acto conclusivo o audiencia de etapa intermedia en la cual el ministerio público dará lectura a una acusación formal en contra del ex-miembro de la fuerza élite kaibil. Este proceso es el proceso preliminar el cual, después de que la jueza Claudette Dominguez escuche la acusación planteada por el ministerio público, deberá resolver si hay pruebas suficientes para enviar a Gilberto Jordan a juicio oral y público. Esta resolución va ser dictada en las próximas semanas y es importante recalcar que, por este mismo caso de la masacre de las Dos Erres, ya se encuentran condenadas seis personas, las cuales han sido encontradas culpables por la evidencia presentada por el ministerio público, que es en buena parte la misma evidencia que se presento en este caso. Han sido condenados a más de 5000 años de prisión por haber ejecutado o haber participado en la masacre de Las Dos Erres. En este mismo caso, también estaba procesado José Efraín Ríos Montt, sin embargo, falleció hace dos año.
Actualmente, Famdegua también se dedica a desarrollar procesos de investigación en coordinación con el Ministerio Público, como en el caso de la masacre de Panzós. También participa en la realización de exhumaciones en sitios militares, tal como realizado en la antigua escuela kaibil, hoy conocida como Destacamento Militar «La Pólvara» en la Brigada de Infantería de Marina ubicada en Puerto Barrios, en el municipio de Izabal. Además, Famdegua acompaña a demandantes en casos de alto impacto ante tribunales de mayor riesgo, específicamente los de la Zona Militar #21, conocida como CREOMPAZ, la masacre de Las Dos Erres, y el caso de la masacre de Josefinos que se presentará ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
CDHAL: Paulo, puedes decirnos si la pandemia ha afectado el trabajo que hace Famdegua? De qué manera?
(Paulo) El trabajo que realizamos desde Famdegua se ha visto afectado por la pandemia del coronavirus de varias maneras. Esto debido a que nuestro trabajo, nuestro qué hacer, se centra en la búsqueda de personas detenidas-desaparecidas durante el conflicto armado en Guatemala. Esto implica la búsqueda de sus familiares, la búsqueda de testigos que nos puedan dar indicios o evidencias de donde fueron dejados sus restos físicos, en donde se encuentran los cementerios clandestinos que nos permitan ayudar a la reparación y a la reconstrucción de una Guatemala muy golpeada por el terrorismo de Estado. Además, en esta búsqueda, nosotros como Famdegua también acompañamos a las victimas, sobrevivientes de masacres, de desapariciones forzadas, que busquen el acceso a la justicia, que busquen su derecho a que se responsabilice de manera penal a los hechores materiales e intelectuales del terrorismo de Estado. Esto también nos lleva al acompañamiento, en este camino, de las víctimas por alcanzar la verdad y por alcanzar la justicia. La búsqueda que nosotros realizamos y este acompañamiento no puede hacerse de una manera virtual o remota. Es una búsqueda, que Famdegua empezó hace más de 25 años, de ir a las comunidades más lejanas, ir incluso afuera de Guatemala a localizar estas personas que se encuentran o escondidas o en el exilio, pero también se encuentran dentro del mismo país guardando un silencio por el temor a volver a ser reprimido, o en el peor de los casos, a volver a ser agredido de la manera en la que fuimos agredida la población guatemalteca en los años del conflicto armado interno.
CDHAL: Actualmente en Canadá se lanzó una campaña para recaudar fondos en apoyo a Famdegua. Cómo la campaña podrá contribuir con el trabajo de ustedes?
(Paulo) Gracias al apoyo de la Plataforma de Guatemaltecos y Guatemaltecas Víctimas del Terrorismo de Estado en Canadá, hemos logrado mantener nuestro trabajo. Gracias a los esfuerzos de otras organizaciones que apoyan la lucha de la sociedad civil y de las víctimas especialmente en países como el nuestro, hemos logrado mantener el ánimo de continuar. Algo que nunca nos ha pasado por la cabeza es detener lo que hacemos. Sin embargo hemos visto que nuestro trabajo ha tenido que reinventarse, ha tenido que ser replanteado y hemos tenido que encontrar las maneras de poder venir y buscar personas en medio de estos nuevos protocolos, en medio de estas nuevas medidas de higiene y de salud que estamos obligados a vivir.
Asimismo, su apoyo es indispensable para continuar con los procesos que nos han quedado truncados a la mitad. Procesos de devolución de osamentas, de reencuentros de familias, procesos de exhumación, procesos judiciales, esa continuidad en los procesos es la que hoy en día se ve amenazada. Necesitamos brindarles a las víctimas sobrevivientes las condiciones adecuadas para que su salud no se vea vulnerada por el trabajo de búsqueda. La mayoría de personas sobrevivientes del terrorismo de Estado en Guatemala son personas de la tercera edad, son personas de más de 60 años que se encuentran en estados de salud muy vulnerables y sobretodo en una situación de precaridad económica que los lleva a una pobreza casi extrema y en algunos casos pobreza extrema. Pretendemos mantener este trabajo pero al mismo tiempo brindarle a las víctimas, en cierto modo, la tranquilidad de poder continuar la búsqueda de sus familiares, sin verse ahora amenazados por una pandemia que no les permite salir a buscar. De allí la importancia del apoyo de este apoyo de las organizaciones de cooperación, de este apoyo de los guatemaltecos y guatemaltecas victimas del terrorismo en el exilio que nos permite continuar la búsqueda hasta encontrar a nuestros seres queridos, y sobretodo llegar a poder decir ante un tribunal que sabemos quienes fueron y que queremos que se haga justicia por los hechos y las graves violaciones a derechos humanos que cometieron cuando estuvieron ostentando puestos de poder durante la guerra interna en Guatemala.
También hablamos con Brisna Caxaj-Rowe, que, desde la Plataforma de personas Guatemaltecas en Canadá, está organizando la campaña. Brisna por qué es importante apoyar a Famdegua desde acá en Canadá?
(Brisna) Acá hay varias organizaciones y personas particulares interesadas en el respeto a los derechos humanos y la justicia en América Latina.
De esta manera apoyamos el derecho de familiares de víctimas y sobrevivientes a encontrar a sus seres queridos y obtener justicia.
A mediados de septiembre, empezamos una campaña vía GoFundMe para apoyar a FAMDEGUA.
Esta organización necesita apoyo económico para continuar su trabajo y ahora con el Covid-19, necesitan proporcionarles a las y los familiares y sobrevivientes la protección mínima para seguir con las audiencias y avanzar en los casos.
Nuestra campaña se llama #Bridges4Memory, que en español quiere decir Puentes para la Memoria. Así continuamos con nuestro apoyo al derecho de familiares de víctimas y sobrevivientes a encontrar a sus seres queridos y obtener justicia.
(Paulo) No sabemos cuánto va durar esto o si vino para quedarse. Sin embargo si sabemos que no podemos parar nuestra lucha, que no podemos parar de buscar a nuestros familiares porque es algo que llevamos y que el corazón nos lo pide.
Puede contribuir haciendo una donación, de cualquier valor, aquí.
Escuche la versión de audio de esta noticia aquí.