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« La rentabilidad del miedo » – Comunicado del Movimiento Ríos Vivos

LA RENTABILIDAD DEL MIEDO

Comunicado del Movimiento Ríos Vivos frente al informe de la empresa Pöyry para la continuidad del proyecto Hidroituango. (Versión reducida)

El Movimiento Ríos Vivos rechaza el dictamen de la empresa Pöyry por ser parcializado y ser parte de la estrategia para la continuación del negocio de Hidroituango.

Frente a la inundación provocada por la represa Hidroituango en 2018 en el cañón del río Cauca en Antioquia Colombia, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) suspendió preventivamente “todas las actividades regulares relacionadas con la etapa de construcción, llenado y operación del embalse […] que no sean requeridas para la atención de la contingencia…”. Sin embargo la empresa Pöyry entregó un informe, frente al cual el Movimiento Ríos Vivos manifiesta las siguientes preocupaciones y denuncias:

  1. El informe es de la industria para la industria, orientado a la continuidad del negocio. El documento justifica la construcción y puesta en operación de la represa por encima de los riesgos a las comunidades y los territorios a la vez que descarta sin considerar la hipótesis del desarme de las obras y el restablecimiento de la situación inicial del lugar. Es notorio que Pöyry tiende por la continuidad del proyecto hidroeléctrico. Busca que la ANLA se incline por esa alternativa pese a la evidencia del riesgo inminente y permanente sobre la vida de miles de personas de la generación actual y las futuras, así como de daños irreparables a la naturaleza.
  2. Se nutre de una sola fuente de información que además es incompleta y parcial: El informe se sustenta exclusivamente en información de Empresas Públicas de Medellín (EPM), sus aliados y en visitas insuficientes. La empresa Pöyry, sin escuchar a las comunidades afectadas y apelando a una aparente objetividad científica, ahonda la violencia que acompaña el desarrollo del proyecto. Esto evidencia la falta de legitimidad y rigurosidad pues desconoce los hallazgos y argumentos de las comunidades, las organizaciones, entidades de control y expertos independientes frente a los problemas derivados del proyecto, las responsabilidades involucradas, los daños en la población y el ambiente, así como los riesgos derivados de la operación de la presa.
  3. Ausencia de rigor científico: El documento de Pöyry contiene vacíos técnicos inadmisibles para la evaluación de riesgos reales de aguas arriba y aguas debajo de una “gran presa”, subestimando el peligro comunitario y ambiental que representa la continuidad del proyecto. Causa especial preocupación el tratamiento dado a la valoración de los problemas al presentarlos como fenómenos inconexos. Tratándose de un proyecto complejo con impactos sociales, culturales y ambientales de gran envergadura, resulta inaudito que el dictamen esté desprovisto de una mirada integral. “No somos solamente víctimas, tenemos el derecho a ser escuchados”.
  4. Subestimación de la dimensión y la permanencia de los riesgos sobre la población y el ambiente: El informe aborda el tema social y ambiental de manera escueta y sumamente restringida. Aunque el informe reconoce que es una situación actual, particular y compleja, sus conclusiones conllevan a un horizonte futuro que obliga a las comunidades a vivir en riesgo perpetuo. Omite además que las comunidades vienen padeciendo la incertidumbre sobre sus vidas desde el inicio del proyecto. Pese a la exigencia de la ANLA, reduce su recomendación sobre las comunidades afectadas a un Plan de Acción en la Emergencia (EAP).
  5. Avala una costosa experimentación: El informe evidencia que el proyecto de Hidroituango experimenta métodos a un elevado costo social, ambiental y económico por fuera de los controles democráticos y sin el consentimiento de la población. El proyecto Hidroituango es de inutilidad pública por los daños sociales y ambientales irreparables y permanentes que ocasiona y es inviable ingenieril y financieramente. Mantener el proyecto sería reconocer y aceptar la rentabilidad del peligro.
  6. Infundir miedo para impedir el control democrático: Luego de describir diversos hallazgos el informe Pöyry ratifica la existencia de riesgos sobre la población y el ambiente relacionados con el proyecto que han sido denunciados desde sus inicios por nuestra organización y por personas expertas independientes. A pesar de confirmar la certeza del riesgo, la consultora descarta y plantea soluciones que contrario al mandato de certeza con que debió realizarse el dictamen, introducen mayores incertidumbres. Crear peligro y extender el miedo para ganar poder ha sido una constante en la imposición del proyecto Hidroituango.

 

Por lo anterior:

Rechazamos la utilización del informe de Pöyry como base para el levantamiento de las medidas de suspensión preventiva de la construcción y puesta en operación de Hidroituango recomendadas por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).

A su vez se exige al estado colombiano en cabeza de su presidente y de las entidades nacionales, departamentales y municipales concernidas, asumir sus responsabilidades y atender la situación de riesgo de la población de manera urgente, integral, adecuada y con participación de las comunidades.

Pedimos a las organizaciones internacionales no dejar solas a las comunidades afectadas  en esta difícil situación.

Fuente y comunicado completo: Movimiento Ríos Vivos

Foto: Movimiento Ríos Vivos