En estos días una parte importante de nuestros mayores y jóvenes reunidos en especial lugar, han conversado de la situación y planteado estas conclusiones que compartimos :
Siendo nuestra decisión principal acrecentar el poder de decisión de la base social asentada al interior de los lof, nuestro interés no ha estado centrado en la adjudicación de las acciones que las bases vienen desarrollando en el marco de la libertad de acción acordada colectivamente. Algunas lecciones de nuestra experiencia y de lo que observamos en el entorno y en los últimos sucesos:
1. Que el diseño comunicacional de la plutocracia ha intentado presentar al Estado como una entidad distinta o separada de las castas económicas a la cual pertenecen tanto los colonos como las forestales y empresarios instalados en wallmapu. Es más, hay quienes buscan igualar las consecuencias de «víctimas» a mapuche y colonos «por culpa» del Estado, cuando la construcción e instalación misma del Estado en el wallmapu es articulada por los propios colonos (y su profesionalización) con el apoyo de la élite santiaguina. Entonces, esta aclaración nos permite ver al poder como conjunto cuyos enclaves estratégicos y acción institucional – lo que llaman política pública y sus mixturas con lo privado – son las herramientas de la violencia cultural y física, la que destruye kimvn, personas y ecosistemas.
2. La mantención de la lucha como respuesta mapuche al encarcelamiento, allanamiento, y sus leyes medievales, también fortalece la aspiración a logros y avances que favorezcan al conjunto de nuestra nación. Esto, recogiendo y proyectando los aportes que los mismos conceptos que la cultura nos revela en la construcción del discurso y la práctica nacional mapuche: la búsqueda del camino y los fundamentos ideológicos propios basados en el RAKIZUAM; la reposición del WÜÑELLFE como símbolo de la permanencia y proyección de esa nacionalidad; el AzMapu como base de nuestro derecho a autorreconocernos y autogobernarnos (y no lo que la ONU y sus Estados miembros determinen); la concepción de nuestro territorio ancestral como un espacio integral fuera del marco del Estado y su ordenamiento territorial; los avances de la «unidad en la acción» y el respeto en cada una de las expresiones de los diversos grupos en resistencia; la creciente valoración, producción y revitalización de nuestra lengua y conocimientos culturales (desde el kimün más que de la «intelectualidad» de formación occidental), entre otros.
3. Considerando la complejidad de cada uno de los conceptos señalados, surge el desafío de trabajar como nación los objetivos estratégicos y la finalidad de nuestras acciones contra los poderes instalados en nuestro territorio, sin olvidar que ello implica dimensionar y cuantificar resultados en función de plazos. Para eso, se despliega un «diálogo interno» basado en el yamvwvn, kelluwvn y rekvluwvn que sustente aquella formulación «desde abajo».
4. Toda nuestra solidaridad y apoyo a todos los prisioneros políticos o secuestrados de nuestro pueblo, destacando como prueba del concepto de secuestro lo vivido por quienes saldrán pronto en libertad, tal como los imputados por el caso Luschinger-Mackay y los que fueron objeto del sucio operativo denominado «Huracán» (nombre alusivo a las desgracias que al mismo tiempo ocurrían en otras latitudes, lo que muestra el diseño mental de sus creadores). Especial saludo le tendemos a nuestros hermanos Lleitull, Kaxvlaf y Xanamill de quienes, sin desconocer a los demás, destacamos su esfuerzo y valoración de la causa colectiva por sobre los egos y el individualismo.
Por la libertad de todos los presos y secuestrados por la plutocracia transnacional !
Por la unidad consciente de la nación mapuche !
MARRICHIWEU
Fuente: Alianza territorial mapuche