El Comité para los Derechos Humanos en América Latina (CDHAL) es solidario desde Montreal con los Sioux de Standing Rock en su resistencia en contra de la construcción en su territorio del oleoducto de Dakota Access (Dakota Access Pipeline, DAPL). El oleoducto, destinado para la exportación de petróleo bruto hacía el Golfo de México, cubrirá más de 1875 kilómetros a través de cuatro estados y transportará 470.000 barriles de petróleo por día de Dakota del Norte hasta al Estado de Illinois.
Para su construcción, lugares sagrados ancestrales ya han sido destruidos y la calidad de los cursos de agua del territorio indígena está seriamente amenazada. El oleoducto cruzará el territorio Lakota y pasará por debajo del río Missouri y el Lago Oahe, situado cerca de la reserva de Standing Rock. Presenta graves riesgos para el abastecimiento de agua potable del cual dependen 8 millones de personas. Los Sioux de Standing Rock están desde hace varios meses en resistencia contra el proyecto para evitar su construcción y defender los cursos de agua, los territorios y la Madre Tierra contra el extractivismo. Los Sioux exigen el respeto de sus derechos territoriales y del tratado aplicable en su territorio.
Varios grupos y organizaciones, especialmente el Relator Especial de la ONU sobre el derecho de reunión pacífica y de asociación, condenaron el uso excesivo de fuerza por las autoridades (estadounidense) de los Estados Unidos contra las comunidades en resistencia y las condiciones de detención que no respetan las normas internacionales de derechos humanos. Los y las manifestantes pacíficos y pacíficas que defienden el medio ambiente y su territorio en contra de los intereses privados han sido atacados por perros, pimienta de Cayena, cañones de agua, pistolas taser, granadas de contusión y balas de goma, y amenazados y amenazadas con armas de fuego. Hasta ahora, el Departamento de Servicios de Emergencia de Dakota del Norte obtuvo $ 10 millones para controlar los y las manifestantes pacíficos y pacíficas que resistan a la construcción del controvertido oleoducto. El 27 de Octubre, más de un centenar de agentes de las fuerzas de policía de 7 Estados y de la Guardia Nacional de Dakota del Norte penetraron en los campamentos de resistencia y detuvieron a 142 personas en resistencia por la protección del agua. Desde Agosto del año pasado, cerca de 500 personas han sido detenidas. Esta semana, la represión se ha intensificada aún más con la intervención particularmente violenta de la policía contra los defensores y las defensoras del agua en la noche del 20 de Noviembre. Hay 300 personas heridas, entre ellas una joven activista que está en gran peligro de perder un brazo.
En Septiembre pasado, la Relatora especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, denunció la falta de consulta y de consentimiento de las Comunidades Indígenas afectadas y pidió a los Estados Unidos de suspender los trabajos de construcción del oleoducto debido a los riesgos significativos para el agua potable de Standing Rock y al impacto sobre los sitios sagrados y ancestrales de las comunidades.
El proyecto DAPL es realizado por la empresa Energy Transfer Partners (ETP) y muchos socios financieros. Varios bancos canadienses invierten en el proyecto y, más en general, en los activos de la empresa y de sus filiales. El banco TD, a través de Valores mobiliarios TD, es una de las diecisiete instituciones financieras que han proporcionado financiación específica para Dakota Access LLC con un préstamo de 360 millones de dólares. Scotiabank y el Banco Royal de Canadá (RBC) también tienen inversiones en entidades financieras de la estructura corporativa de Energy Transfers. Recordamos que el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tenía, en las últimas noticias, partes significativas de la empresa Energy Transfer que está detrás del DAPL, que incluso ha contribuido económicamente a su campaña electoral.
El 14 de Noviembre, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, la autoridad pública responsable de la concesión de la licencia de construcción necesaria, solicitó una suspensión temporal del proyecto para permitir analizar más sus consecuencias antes de terminar el trazado, completado al 60 % hasta ahora. La compañía ya anunció que contestaría la decisión federal y presentó un procedimiento legal en el cual afirma que tiene todos los permisos necesarios para completar los trabajos. Los plazos judiciales preocupan porque la decisión se hará probablemente en el momento en que Donald Trump hará su entrada oficial en la Casa Blanca y sigue la incertidumbre en cuanto a la continuación de los trabajos durante ese tiempo.
La movilización y la solidaridad con Standing Rock están creciendo, ya que miles de indígenas y aliados y aliadas en todo el mundo se han unido a los campamentos establecidos por las comunidades en resistencia en toda la trayectoria del oleoducto en las orillas del río Missouri para bloquear el proyecto. Muchos llamados a la acción han sido lanzados y acciones de solidaridad se llevaron a cabo en Quebec, especialmente una manifestación y un campamento de apoyo.
El movimiento es considerado ahora como la mayor movilización indígena y el mayor encuentro de Primeras Naciones en los Estados Unidos desde hace más de un siglo.
Las comunidades de Standing Rock exigen específicamente la revocación de la licencia de construcción del oleoducto y de perforación bajo el río Missouri, el cese de los trabajos en curso; un estudio completo del impacto ambiental; y de solicitar al Departamento de Justicia que envíe observadores a Standing Rock para observar la represión. Las comunidades también necesitan equipos médicos y donaciones en efectivo para apoyar el centro de curación, así como donaciones para mantener el campamento Sacred Stone (Piedra Sagrada) y al los antecedentes legales.
Se hace un llamado a los y las Canadienses para que cierren sus cuentas bancarias con los bancos TD, RBC y Scotia reclamando a los gestores de retirar inmediatamente sus capitales en el financiamiento del DAPL.
El CDHAL denuncia la represión violenta de las manifestaciones de los defensores y de las defensoras del agua, se solidariza con las luchas por la defensa de los territorios, llama a la desinversión de los bancos canadienses y se mantiene atento ante las violaciones de derechos civiles y políticos en el territorio Lakota.
Water is Life, el agua es fuente de vida.