En diciembre 2018, una jueza de la Corte Suprema de la provincia canadiense de Colombia-Británica pronunció una orden judicial, exigida por la empresa Coastal Gaslink, en contra de lxs defensorxs del territorio Wet’suwet’en. Esta orden judicial autoriza las fuerzas estatales a abrir el paso por la fuerza para permitir la entrada de la empresa en el territorio. El lunes 7 de enero, la Gendarmería real de Canadá envió fuerzas especiales que agredieron violentamente contra las personas que resistían pacíficamente a la empresa extractiva. Catorce personas fueron detenidas, incluyendo una de las voceras indígenas del territorio.
Desde 2010, las comunidades indígenas del Clan Unist’ot’en, de la nación Wet’suwet’en han organizado un campamento permanente de reocupación del territorio, oponiendóse a los proyectos extractivos que pretenden imponerse en su territorio. A lo largo de los años, han logrado frenar varios megaproyectos y han reivindicado sus derechos sobre este territorio que nunca ha sido cedido bajo ningún tratado con el Estado canadiense. Actualmente, la empresa petrolera Transcanada, por intermedio de su filial Coastal Gaslink busca imponer, con la complicidad del Estado, su proyecto de gasoducto de 670 kilómetros que pasaría por el territorio ancestral de la nación Wet’suwet’en.
Escuchemos a Freda Huson, vocera del clan Unistoten, que nos habla de la estrategias que ha utilizado la empresa para imponerse en el territorio:
Coastal Gaslink ha sido la empresa más implacable de todas. Venían siempre cuando teníamos vivíamos una muerte. Mi padre murió, llegaron con helicópteros, mi hermano murió, entraron con maquinas de perforación, y ahora que la madre de mi compañero está enferma, deciden imponernos este recurso. Sabían que estábamos en luto. Así funciona Coastal Gaslink, sin piedad. A ustedes, los inversionistas,les decimos que no tienen nuestro consentimiento, al gobierno canadiense, le decimos que está haciendo la guerra contra su propio pueblo. Envían fuerzas militares, fuerzas espciales, ni siquiera policía regular, contra gente pacífica. Es el único territorio que nos queda. Es el único lugar de todo el territorio Wetsuweten donde aún se puede tomar el agua. Nuestro gobierno está corrupto, aplastan a todos para permitirles ganancias. Y mientras tanto, estas ganancias destruyen nuestra agua, nuestro aire. Ustedes tampoco sobrevivirán, que van a tomar ? que van a comer cuando no quede más agua pura?
Los defensores del territorio han hecho un llamado urgente a la solidaridad ante lo que han llamado un «acto de guerra» y una «violación de los derechos humanos, un asedio y una extensión del genocidio al cual sobrevivieron los Wet’suwet’en desde los inicios de la colonización». Manifestaciones tuvieron lugar más de 30 ciudades canadienses y al internacional para expresar solidaridad con el pueblo Wet’suwet’en
Cabe mencionar que Canadá no ha ratificado la Convención 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y fue uno de los pocos países en votar contra la adopción, en 2007, de la Declaración de Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas. Después de casi 10 años de existencia de esta declaración, Canadá señaló su apoyo siempre y cuando este no esté en contradicción con sus intereses avalados en la constitución.
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