El 5 de noviembre pasado, se conmemoraron los tres años del crimen socio-ambiental que destruyó el Rio Doce, en Mariana, Minas Gerais. El 5 de noviembre 2015, la rotura de una represa de la empresa minera Samarco, propiedad de la brasileña Vale y de la anglo-australiana BHP Billiton, liberó 55 millones de metros cúbicos de lodo y desechos de mineral de hierro que contaminaron a más de 800 kilómetros del río Doce.
Tres años después, el Movimiento de las personas Afectadas por la Represa (MAB), sigue denunciando la impunidad de este crimen que causó la muerte de 19 personas y afectó la vida de un millón de habitantes.
Varios encuentros de mujeres y niños afectados por el crimen tuvieron lugar el 4 y 5 de noviembre 2018 para pedir el reconocimiento de todas las víctimas así como la reconstrucción de las casas e infraestructuras destruidas hace tres años. La fundación Renova, creada por la empresa minera para responder a los daños provocados por este derrame, aun no propone soluciones efectivas para mejorar la vida de las víctimas.
Estos grupos de mujeres y de niños del MAB han estado recorriendo las varias comunidades afectadas, creando espacios de diálogo y compartiendo sus experiencias.
El Comité por los derechos humanos en América Latina (CDHAL) así como varias organizaciones aliadas, expresan su solidaridad con el Movimiento de las personas Afectadas por la Represa (MAB) y denuncian la impunidad en este caso.