Un numeroso grupo de personas convocadas por el colectivo Brasil-Montreal se reunieron para conmemorar la vida y la memoria, así mismo exigir justicia por el asesinato de la concejala brasileña Marielle Franco y su conductor Anderson Gómez, ocurrido el 14 de marzo del 2018.
Marielle Franco fue una activista que denunció las constantes violaciones a los derechos humanos de las mujeres, de las personas afrodescendientes, de la población que vive en las favelas y de la comunidad LGBTIQ en Brasil, convirtiéndose así en un símbolo mundial de lucha contra el racismo y la homofobia, tal como lo recordó la artista visual Nakitta Hannah durante la manifestación en Canadá.
«Me siento responsable por traer un poquito de la semilla de lo que es Marielle hoy. Me siento orgullosa de ver que el trabajo de Marielle, en quien creí mucho y por quien vote desde el inicio, sigue, mismo con su muerte. Nosotras todavía podemos percibir la fuerza de ella porque su fuerza se multiplicó en esas personas que estàn aquí hoy y se multiplica en las personas que están en Brasil hoy. E ver como ella es aùn capaz de movilizar muchas personas y que el trabajo de ella es tan importante que sigue sin ella. Y por eso solo consigo decir: Marielle Presente, hoy y siempre.»
Trece disparos contra el vehículo en el que viajaba Marielle Franco acabaron con su vida hace un año. El asesinato de Marielle ocurrió tres días después de que la concejala denunciara la muerte de dos jóvenes durante un operativo de la policía militar en la comunidad de Acarí.
Según una comisión parlamentaria brasileña, cada 23 minutos, una persona negra es asesinada en Brasil.
Marielle Franco costumbraba estimular a la gente para que siguiera luchando por sus derechos :
«Vamos a estar con nuestro puño cerrado, hablando desde nuestro lugar de vida y resistencia contra los desmanes que afectan nuestras vidas.»
Hace unos días fueron capturados dos ex integrantes de la Policía militar brasileña sospechosos de perpetrar el crimen y que coincidentemente tendrían relación con el presidente Jair Bolsonaro, quien había declarado tras el asesinato de Marielle Franco que “Para la democracia este asesinato no significa nada. Solo una muerte más en Río de Janeiro”.
Ambos capturados son piezas claves para saber quién o quiénes ordenaron el asesinato de la defensora de derechos humanos, Marielle Franco, una exigencia que se repite en Brasil y en todo el mundo.
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